Política

Francisco Marhuenda

Susana Díaz cede el paso

Susana Díaz cede el paso
Susana Díaz cede el pasolarazon

Susana Díaz hubiera ganado sin dificultad unas primarias, un congreso o cualquier reto que le hubiera planteado Rubalcaba con tal de impedir su victoria, pero no se podía ganar a sí misma porque no quería aparecer como una política oportunista que instrumentalizaba la presidencia de la Junta de Andalucía. Era su punto débil. No lo ha hecho porque tema al aparato del partido o a Eduardo Madina. Es bueno recordar que se hizo con el control del PSOE en Andalucía teniendo que enfrentarse a enemigos como Rubalcaba y Chaves. Desde Ferraz se promovió la idea de que las primarias habían sido de la «señorita Pepis». Susana Díaz ha optado por la coherencia. Lleva poco tiempo en la Junta y, además, no es diputada en el Congreso por lo que tendría que liderar el grupo parlamentario a distancia. Era un escenario endiablado. Es comprensible que Rubalcaba esté ahora muy contento con la solución a sus problemas, porque ha conseguido que Susana Díaz y Carmen Chacón queden fuera de la carrera sucesoria y apadrina a Madina. El actual secretario general del PSOE extenderá su poder desde la sombra. Es un terreno que le resulta cómodo y donde es muy eficaz, así como un enemigo implacable. El pacto ha sido muy provechoso para los dos, pero sobre todo pone al poderoso aparato del PSOE al servicio de su victoria al frente de la Secretaría General. Es un político que se mueve muy bien en los medios de comunicación y cuenta con la simpatía de muchos periodistas. Ha procurado no mojarse con propuestas concretas y ha navegado dentro del PSOE buscando contentar a todos a la espera de una oportunidad que parece que le ha llegado ante la ausencia de un contendiente. En política es muy importante no tener la bola negra. No ha ocupado ningún cargo de gobierno con Zapatero y no tiene experiencia de gestión salvo el grupo parlamentario. Es tanto una ventaja como una desventaja, depende del prisma con que se mire. El futuro secretario general del PSOE, salvo una improbable sorpresa de última hora, es un enorme interrogante porque ha rehuido cualquier situación conflictiva para sus intereses. Se ha mostrado lo suficientemente radical para complacer a las bases, que generalmente lo son más que los votantes. La duda es saber si optará por la moderación o por mirar hacia el 15-M y Podemos.