Comunidad de Madrid

Tanto presumir

La Razón
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La Sra. Cifuentes está en las peores horas de su carrera política. A las dificultades que atraviesa su partido, se unen algunas propias. No se trata sólo de la última crisis acerca de su polémico Máster, eso no es más que el detonante de un estallido que se venía fraguando hace tiempo y que pone en evidencia las luchas internas en el PP.

La presidenta de la Comunidad de Madrid puede responsabilizar a los medios de comunicación, a la oposición o al empedrado, pero se equivocaría si no mirase en su propia casa, porque ese tipo de filtraciones, tan personales, casi siempre proceden de las propias filas.

Las opciones de la Sra. Cifuentes no son fáciles, en sus planes no está, ni remotamente, plantearse la dimisión, pero quedarse en su responsabilidad va a desangrarla día a día, porque se ha hecho evidente que en su partido hay quien no la quiere, solo queda por determinar si se trata de una operación de relevo o un ajuste de cuentas.

Pese a lo que pueda parecer, la situación tampoco es sencilla para la oposición a corto plazo. Ciudadanos sostiene a la Sra. Cifuentes al frente del gobierno, seguir haciéndolo tiene un coste elevado para ellos porque el PP de Madrid se está derrumbando en los juzgados, el deterioro de la presidenta le sitúa fuera del margen aceptable para el Sr. Rivera y porque se incumple, si la información se confirma, el propio acuerdo entre ambos partidos.

Pero tampoco le beneficiaría un pacto con Podemos y el Partido Socialista de cara a celebrar una moción de censura. Aproximarse a Podemos truncaría sus expectativas de convertirse en la primera fuerza política madrileña.

Por su parte, el Partido Socialista, que podría ver una oportunidad en todo esto, debe tener cuidado para no aparecer como un oportunista más. Claro que la contrapartida es verse desplazado porque todas las miradas se han centrado en Ciudadanos y ha sido difuminado en una melé de “toda la oposición junta”, tampoco le ha ayudado mucho el hecho de que lo más destacado que ha dicho su portavoz ha sido en Twitter reclamando una “aclaración explícita”, el precio de no desgastarse es la ausencia.

Solamente para Podemos parece suponer un balón de oxígeno sin contrapartidas, le permite recobrar su discurso tradicional contra la “casta” y emerger frente a Ciudadanos. De hecho hacía tiempo que no había noticias sobre ellos más allá de sus disputas internas. Otra cosa es que le beneficiase un frente común con el partido naranja.

En definitiva, nadie quiere una moción de censura porque es difícil de gestionar y supone hacer extraños compañeros de viajes, pero tampoco está tan claro que sea sencillo no dejarse pelos en la gatera por no hacer algo más que la mera petición de explicaciones o denuncia.

Quien filtró contra la Sra. Cifuentes, quisiese o no una vendetta, sabía que, a un año de las elecciones autonómicas, no ponía en peligro el gobierno del Partido Popular en Madrid y que hacer caer un presidente requiere desgaste.

La política que salió el martes airosa de la comisión de investigación del Congreso sobre la supuesta financiación irregular del PP , marcando diferencias con su partido en materia de corrupción yética, fue arrollada 24 horas después. Alguien ha apelado al refrán de“dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”. La presidenta de la Comunidad de Madrid debería haber previsto que reinventarse no es tan fácil cuando se ha andado un largo camino, porque siempre quedan las huellas de las pisadas.

Los ciudadanos cambian el partido político que gobierna en las urnas, los partidos cambian a sus propios líderes a veces en las urnas, a veces en la prensa.