Partidos Políticos

Vuelve el «hemicirco»

La Razón
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Que nadie diga que el parlamento español no tiene sus prioridades, no vaya a pensarse que los grupos políticos dejan al albur de la caraja post vacacional cuestiones tan de «primerísimo orden» como que el jefe del gobierno reitere en pleno extraordinario del congreso –desde las 9 de esta mañana– los mismos argumentos que, también con luz, taquígrafos y toda la «brigada betacam» mediática expuso el pasado 26 de julio ante la Audiencia Nacional a propósito de lo que sabía o no sabía sobre la trama «Gürtel». Resulta que en un país en alerta antiterrorista nivel cuatro, que permanece en el centro de la diana del terror yihadista como quedaba certificado tras los atentados de Barcelona y Cambrils y con un desafío a la integridad territorial desde el secesionismo catalán que, lejos de doblar el pulso lo que dobla es la apuesta, la prioridad de los grupos de oposición es contemplar en sede parlamentaria la repetición de la jugada en sede judicial con la salvedad, eso sí, de que el papel perfectamente acotado de los abogados y fiscales se sustituye por la bronca de hemiciclo, no ante un testigo como en la Audiencia Nacional, sino ante un señalado como políticamente culpable.

El macro sondeo del CIS que conocíamos este pasado julio ya está dando mucho de sí a pesar de la teórica lejanía del horizonte electoral y muchas de las previsiones ante el regreso de Pedro Sánchez a la Secretaría General del PSOE se van cumpliendo casi milimétricamente. Que la suma de las izquierdas supere a día de hoy en las encuestas a la de PP y Ciudadanos ha sido todo un revulsivo para alentar la pinza en pos de la añorada patada que dé con los huesos de Rajoy fuera de la Moncloa y en estas el PNV, siempre cuidadoso de la equidistancia que más réditos pueda aportar a sus intereses políticos en el País Vasco, no ha dudado en responder con una sonrisa a la oferta de noviazgo que Pedro Sánchez le cursaba a Iñigo Urkullu en su encuentro veraniego. Lo de apoyar a Rajoy en los presupuestos de este año y en el techo de gasto para el próximo está muy bien y además no es gratis, pero nada como escuchar por boca de quien tiene puesto rumbo a toda costa y cualquier precio a La Moncloa compromisos como la transferencia de la gestión de prisiones al Gobierno vasco, una política frente a los presos etarras «más acorde con la actual realidad social» o una amplia revisión del actual concepto territorial del Estado.

Lo de hoy en el Congreso no deja de ser políticamente legítimo, pero viene a resaltar dos cosas. Una, que Iglesias, que calificaba de «vergonzosa» la declaración de Rajoy como testigo en la Audiencia, no va a cejar en la presión sobre Sánchez en el camino hacia la moción de censura y dos, que en ese tránsito, el primer damnificado volverá a ser el Parlamento a costa una vez más de verse convertido en un circo. Hoy función especial.