Ajustarse al déficit es una necesidad nacional

Con los datos disponibles hasta el mes de julio, el déficit acumulado por las comunidades autónomas era del 0,73 por ciento, superando la cifra prevista para todo el año. A excepción de Canarias y Galicia, el resto de las comunidades de régimen común acusaban desviaciones presupuestarias, más graves en el caso de Extremadura y Aragón, por ser dos regiones que, además, incumplen el plan de pago a proveedores. Sin duda, la evolución de las cuentas autonómicas ha sido uno de los factores negativos que ha tenido en cuenta la Comisión Europea para advertir a España sobre el riesgo de incumplimiento de sus compromisos fiscales en los Presupuestos de 2015 y 2016. Más allá de posiciones ideológicas y del color de los diferentes gobiernos autonómicos, ajustarse al déficit es una necesidad nacional que debe ser urgida por el Gobierno con la mayor firmeza. El equilibrio fiscal español no puede descansar exclusivamente sobre el incremento de la recaudación impositiva que, a la larga, lastra el despegue de la economía por la retracción del consumo interno. La solución no es, como sostiene el líder del PSOE, Pedro Sánchez, mantener altos los impuestos para cumplir la previsión del déficit, sino que todas las administraciones públicas se apliquen en la racionalización del gasto.