Crisis migratoria en Europa

El mundo se compromete con los refugiados

La Razón
La RazónLa Razón

La ciudad de Nueva York acogió ayer la primera cumbre de la ONU centrada excusivamente en los refugiados desde su creación en 1945. Este dato permite hacerse una idea del impacto que está teniendo la peor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial desencadenada por el conflicto en Siria y por la inestabilidad en la región. Todos los Estados miembros sin excepción firmaron la «Declaración de Nueva York», un documento cuajado de buenas intenciones pero que corre el enorme riesgo de quedar en papel mojado al no ser vinculante. En un Manhattan blindado tras la sucesión de explosiones en las últimas 48 horas, los líderes de 193 naciones se comprometieron a la protección «total» de los derechos humanos de los migrantes y a repartir la carga que supone la acogida de los que huyen de la guerra y el hambre y que afecta, sobre todo, a los países vecinos. Aunque Europa sólo ha recibido a un 0,7% de refugiados sirios frente al 12% de Turquía, las implicaciones políticas no son menos alarmantes. La situación ha sido aprovechada por populistas y ultras para alimentar un discurso antieuropeísta que amenaza con destruir los pilares de la UE. Y es que si no damos soluciones reales al drama de los refugiados, el Estado Islámico habrá cumplido, al menos, uno de sus objetivos: sembrar el cisma en Occidente.