Unión Europea

La UE no puede negociar el Brexit con amenazas

La Razón
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Seis meses ha tardado la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, en decir alto y claro cuál es su plan para la desconexión de la UE. De su esperadísima intervención se desprende que el Brexit será duro. Muy duro. Da igual que ella lo haya llamado «limpio», un eufemismo que en nada sirvió para suavizar la estrategia esbozada. Nada de parecerse a Noruega ni de medias tintas; los británicos abandonan por completo el mercado único y el control de fronteras. Una vez dicho esto, la sucesora de David Cameron explicó que aspira a lograr un nuevo y estupendo marco comercial con Bruselas. Si las condiciones no son óptimas, Londres romperá la baraja porque «es mejor ningún acuerdo que uno malo». Y aquí la primera ministra introdujo su amenaza. Más o menos vino a decir que si el club comunitario trata de castigarlos para dar ejemplo, Reino Unido se vengará con una guerra comercial que hará empalidecer al paraíso fiscal más competitivo. La Bolsa reaccionó a la baja a estas declaraciones que implican de facto la pérdida de un mercado de 500 millones de personas mientras la libra vivió el mayor repunte desde diciembre de 2008. Esta subida del 2,8 por ciento se produjo justo después de que Theresa May asegurara que someterá a la votación del Parlamento las condiciones finales del Brexit. El negociador de la UE dijo que en ningún caso aceptarán que Reino Unido se quede mejor de lo que estaba.