Lección financiera de Ana Botín

Las leyes son para cumplirlas. Y las que se han realizado tras el descalabro financiero y económico que arrastró a Europa durante los duros años de la crisis, más. Ayer, el Banco Central Europeo y el Gobierno de España han mostrado músculo político y financiero. La resolución del laberinto económico en que estaba inmerso el Banco Popular, tras la nefasta gestión de Ángel Ron, y su venta a Banco Santander, que ha adquirido el 100% del capital social por un euro, ha sido la primera que se realiza bajo las normas de resolución de entidades bancarias de la Unión Europea, que se aprobaron tras la crisis financiera de 2008 con el objetivo de evitar los rescates con dinero público y que están vigentes desde enero de 2016. El mantenimiento de la estabilidad financiera en España y el conjunto de la UE ha guiado la decisión comunitaria de permitir la venta del Banco Popular al Grupo Santander, adoptada en colaboración con las autoridades españolas. Clave en la rapidez con que se han tomado las decisiones estuvo la escasa liquidez del Banco Popular. El Banco de Santander ha vuelto a demostrar por qué es uno de las entidades de referencia en el mundo, con presencia en todos los continentes. Ayer, su presidenta, Ana Botín, dio un paso al frente para dar certidumbre y estabilidad al sector financiero español. España da así muestra de su capacidad de resolución de conflictos financieros. Un aprendizaje que, como sabemos todos, no ha sido fácil para los españoles.