Restringido

Pensuti, un «Walt Disney» a las órdenes de Mussolini

A RITMO MILITAR. Los cortos del director italiano están impregnados del ambiente fascista que representaba Mussolini
A RITMO MILITAR. Los cortos del director italiano están impregnados del ambiente fascista que representaba Mussolinilarazon

Una donación de un cinéfilo anónimo ha permitido al cine italiano rendir cuentas finalmente con uno de los grandes creadores de los inicios de la historia del celuloide en el país, Luigi Liberio Pensuti, un personaje propio del Renacimiento cuyos cortos de animación durante el periodo fascista le hicieron ganarse el apelativo del «Walt Disney italiano». Arquitecto, médico, titiritero, dibujante y enamorado de aquel nuevo arte llamado cine, Liberio Pensuti realizó una magistral serie de cortos para una campaña que pretendía concienciar a la población en la lucha contra la tuberculosis durante los años treinta del siglo pasado. Sus creaciones han sido recientemente restauradas y recopiladas en un DVD por varias instituciones dedicadas a este campo en Italia: la Cineteca de Milán, el «Instituto della Luce» y el «Cinema Ritrovato» de Boloña. El DVD fue presentado en el último festival cinematográfico de Pesaro, propiciando un redescubrimiento de este pionero del cine de animación en Italia olvidado durante décadas.

Firma reveladora

Nacido en Roma en 1903, Pensuti, que se añadió el segundo nombre «Liberio» para subrayar su anarquismo, fue capaz de sobrevivir al régimen fascista pese a sus ideas. Tras conocer en Francia a su compatriota Carlo Cossio, que realizaba cortometrajes con marionetas, comenzó a trabajar en Roma con Trilussa, junto al que vivió su primer choque contra el régimen de Benito Mussolini. Una serie de cuentos del célebre poeta animados por Pensuti resultaron censurados por considerar que «ultrajaban la sacralidad de la familia». Este encontronazo con el poder no impidió que el joven cineasta fuera nombrado responsable del laboratorio de cine en el «Istituto Luce», puesto del que se vio poco después desalojado por negarse a inscribirse en el partido fascista. Pese a ello, su creatividad y excelencia hicieron que el régimen llamara a su puerta para que realizara una serie de cortometrajes para una campaña contra la tuberculosis. Al parecer fue el propio Mussolini en persona quien le pidió que realizase estos trabajos de los que hoy ha podido recuperarse una buena parte. El régimen fascista mostró con Pensuti una curiosa doble moral: le hizo este encargo mientras muchas de sus creaciones acabaron siendo quemadas por los censores del Ministerio de la Cultura Popular.

«Los libros de historia del cine señalan a Pensuti como el padre de la animación italiana, pero teníamos muy pocas obras suyas. La campaña contra la tuberculosis fue muy fuerte durante el fascismo, aunque sabíamos poco de la parte cinematográfica. Ahora por fin las cosas han cambiado», explica el director de la Cineteca de Milán, Matteo Pavesi. «Los cortometrajes de Pensuti se emitían antes de las películas. Cuando los descubrimos quedamos sorprendidos por su calidad gráfica y comunicativa. Hizo obras de arte para todos los públicos con un fin sanitario, como era combatir esa enfermedad. Son creaciones populares y refinadas al mismo tiempo en las que hace gala de sus conocimientos como médico, arquitecto y titiritero».

Al contemplar sus cortometrajes al espectador le vienen a la memoria las primeras obras de Walt Disney. «Pensuti sentía pasión por el trabajo del estadounidense», reconoce Pavesi. La gran diferencia entre ambos es que el italiano no echa mano de figuras antropomórficas, optando en cambio por un mayor realismo. «Combina elementos que quedan muy bien en la escena, como la figura que representa a la tuberculosis, con elementos de tipo más científico», comenta el director de la Cineteca de Milán. Los trabajos de Pensuti inspiraron a los directores de cine italiano que se interesaron por la animación después de él. En particular, Pavesi destaca la influencia que tuvo en los hermanos Pagot, autores de Calimero, un personaje utilizado en sus inicios para anunciar una marca de detergentes en la Rai.