Teatro
...Que estaban de parranda
¿Se han parado a pensar alguna vez en la historia que une a esa flamenca y ese torito que adornaban la televisión de su tía? ¿Y si un amor secreto latiera entre ambos? ¿Y si tres artistas, tres flamencas, muertas, pero no remuertas, se quedaran entre nosotros cuando se enteran de que van a malvender el teatro que lo fue todo en vida para ellas? En fin, muchas preguntas, y para todas tiene respuestas «FlaMeNKaSs». Pero sólo para aquellos espectadores dispuestos a asumir, claro está, que el flamenco no siempre es serio y que desde el cabaret más desprejuiciado se puede cantar una siguiriya o bailar con jondura y gracia.
Chismes y llantos en la cocina
Amalia Hornero, alma de esta tragicomedia fantasmal que llega al escenario del Alfil, es autora, directora y actriz de largo recorrido y formación: ha trabajado con Michael Cacoyannis, Nuria Espert y Antonio Díaz-Florián, entre otros. Y es flamenca de corazón. En esa frontera entre una y otra musa, Talía y el duende, hay una que estaba primero: «La madre de todo esto es el teatro. Yo desde los 7 años comencé en las tablas, es lo que me ha enseñado, mi oficio. Luego el flamenco se suma, porque también es una de mis pasiones. De manera intuititiva, me he empeñado en unir a ambas».
Todo comenzó en la sala Microteatro por Dinero, donde Hornero, la bailaora Pepa Chacón, la cantaora Julia Murillo y el coreógrafo Joaquín Ruiz presentaron «La madre», una pieza sobre tres flamencas a las que, en plena gira por el extranjero, les ocurre una desgracia y que, pese a todo, deciden que lo mejor es continuar como puedan con el espectáculo. Aquella microcomedia se llevó el premio del público en el apartado de danza y, dada la buena acogida, les invitaron a presentar una continuación. «Cañí» , la segunda parte, «habla de la vuelta a casa, de lo que nos encontramos cuando regresamos y de los tópicos a los que nos aferramos, de cómo continuar en el camino libre de apegos», explica la directora. Cuando Arturo Menoyo le habló a Hornero de un texto que estaba escribiendo–el del torito y la muñeca de la televisión–, ésta vio la trilogía completada y la compañía formada, con el pianista Pablo Rubén Maldonado y la actriz Ludy Ruiz. Escribieron una dramaturgia y en 2012 estrenaron en La Casa de la Portera el resultado, «FlaMeNKaSs»; una trilogía de piezas unidas por la historia de tres artistas con un pie en el más allá y otro en el más acá. «Estas mujeres se mueren y no quieren empezar una nueva vida: pretenden seguir con su flamenco, sus teatros, incluso con sus amores pasados –explica Hornero–. Ahí está la tragedia, en el apego al pasado». Y añade: «Es una tragicomedia; la tragedia real nace del punto de partida, que es una historia de apego; celebra la vida de las mujeres en el flamenco, y aparece ese punto de conexión con la tradición, que está muy presente en el flamenco». La obra pasó después por la fundación de Casa Patas. «Con punto y tradición flamenca. Eso nos hace crecer en flamencura», asegura.
Porque esto es teatro, pero sin olvidar el flamenco: alegrías, siguiriyas, soleás, fandangos... «Todo adaptado a lo que los personajes están viviendo», con letras que beben del acervo popular y otras de firma propia y música original de Maldonado.
Cuándo: desde hoy hasta el 27 de junio. Dónde: Teatro Alfil, Madrid.
Cuánto: 20 euros (15 en venta on-line anticipada). Tel. 91.521.45.41.
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