Francisco, nuevo Papa
Benedicto XVI afirma que Dios le pidió que renunciara
«Fue una experiencia mística», dijo en Castel Gandolfo
Benedicto XVI reconoció el pasado domingo que renunció porque «se lo dijo Dios». Según publica la agencia de noticias católicas «Zenit», coincidiendo con la visita a Castel Gandolfo, el Papa emérito explicó a uno de los allí presentes los motivos del abandono de su pontificado. El testigo en cuestión afirma que la decisión no se debió a una aparición o fenómeno de este tipo, sino que fue «una experiencia mística», en la que el Señor le hizo nacer en su corazón «un deseo absoluto» de permanecer sólo en oración con Él. Unas palabras de las que se extrae la conclusión de que la decisión de Benedicto no fue provocada por un deseo por huir del mundo, sino por la intención de refugiarse en Dios y vivir de su amor.
Ratzinger aprovechó la tarde del domingo para acercarse hasta Castel Gandolfo, residencia de verano habitual de los Pontífices. Allí, durante cerca de tres horas, el Papa emérito paseó por los jardines del palacio, rezó el rosario y asistió a un concierto de música clásica. Posteriormente, regresó al monasterio Mater Ecclesiae, en El Vaticano, lugar al que decidió trasladarse tras su renuncia.
Benedicto XVI no estuvo sólo en su viaje a Castel Gandolfo, ya que le acompañaron Loredana, Carmela, Cristina y Manuela, «memores domini» laicas consagradas de Comunión y Liberación, que ya se ocupaban de la estancia, la capilla y la ropa de Ratzinger durante sus años como Pontífice.
Francisco ya había invitado al Papa emérito a Castelgandolfo, teniendo en cuenta que su apretada agenda no le permitiría salir de Roma. No obstante, Benedicto había preferido declinar la oferta, manteniendo de esa forma el perfil discreto por el que optó.
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