Buenos Aires

El Papa alienta a los enfermos a ponerse en la «primera línea» de la misión por paz

El Papa Francisco alentó hoy a los enfermos a ofrecer sus sufrimientos para obtener de Dios el don de la fraternidad y a ponerse en la "primera línea"de la misión de la Iglesia para lograr la paz en el mundo.

El sumo pontífice lanzó este mensaje a los numerosos enfermos que acuden hoy en la provincia argentina de Córdoba (centro) para asistir a la ceremonia de beatificación del sacerdote argentino José Gabriel Brochero, conocido popularmente como el "cura gaucho".

Ante miles de personas, el mensaje de bendición "especial"a los enfermos fue leído por el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos y enviado especial de Francisco para presidir la misa de beatificación de Brochero.

En su mensaje, el Papa recordó que "el dolor forma parte de nuestra vida"y que Jesucristo se asoció al dolor humano "con su Pasión y su muerte".

"Quienes como ustedes llevan la cruz de Cristo participan con Él en la redención de la humanidad. Sus sufrimientos en este momento histórico, junto con sus oraciones, deben obtener del Señor un gran don, el gran don de la paz y de la fraternidad entre todos los pueblos del mundo", sostuvo el sumo pontífice en su mensaje.

"Ustedes, queridos enfermos, son la primera línea en esta misión espiritual de paz de la Iglesia", añadió Francisco.

Amato adelantó que durante la homilía de la misa de beatificación de Brochero leerá otro mensaje del Papa, cuyo nombre es aclamado por los miles de fieles -cerca de 200.000, según medios locales- congregados en Córdoba.

Nacido en Santa Rosa, en 1840, José Gabriel del Rosario Brochero, desarrolló toda su actividad pastoral en las sierras de Córdoba hasta su muerte, en 1914, en Villa del Tránsito, hoy bautizada como Villa Cura Brochero.

Se ordenó sacerdote con 26 años y trabajó en la atención a los enfermos de cólera hasta que, en 1869, se hizo cargo del curato de la región de Traslasierra.

El milagro validado por la Iglesia para su beatificación es la recuperación de Nicolás Flores, un niño que estuvo a punto de morir en un accidente de tráfico y que, según el Vaticano, salvó su vida gracias a la intercesión de Brochero, a quien se encomendó su padre.

Por el accidente, en 2000, el pequeño perdió la mitad del hemisferio izquierdo, masa encefálica y masa ósea de su cráneo, y quedó en estado vegetativo.

"Hoy Nicolás está fantástico, es un niño prácticamente normal, solo tiene una hemiplejia en el lado derecho del cuerpo, pero camina, habla, va al colegio, juega, es feliz", dijo a Efe la madre del niño, Sandra Violino.