Benedicto XVI
El Papa: «Jesús no tiene ambición política»
Los seis cardenales creados el sábado en el segundo consistorio del año concelebraron ayer la Eucaristía presidida con el Papa en la solemnidad de Cristo Rey, coronación del año litúrgico. Durante su homilía, Benedicto XVI subrayó que el verdadero «poder» de Jesús es el de «la verdad y el amor», por lo que «nunca será destruido». «Está claro que Jesucristo no tiene ninguna ambición política», recordó. Su poder no es como el de los «reinos de la Tierra que surgen y caen». Jesucristo «no quiere que se le defienda con las armas y la violencia, sino con la aparente debilidad del amor que da la vida». A los nuevos purpurados les dijo que su principal responsabilidad será ahora «dar testimonio del reino de Dios, de la verdad», lo que significa «resaltar siempre la prioridad de Dios y su voluntad frente a los intereses del mundo y sus potencias». Para ser capaces de cumplir con su cometido, los cardenales deben imitar a Jesús durante toda su vida. En particular les recordó el obispo de Roma el momento que Jesucristo vivió ante Pilatos, una «situación humillante descrita en el Evangelio» y en la que Jesús «manifestó su gloria: la de amar hasta el extremo, dando la propia vida por las personas que amaba». «Esta es la revelación del reino de Jesús», destacó el Pontífice. Durante la oración del Ángelus, el Papa invitó a todos los católicos a que recen por los seis nuevos cardenales creados el sábado, para que «el Espíritu Santo refuerce su fe y caridad y los llene con sus dones, de forma que vivan su nueva responsabilidad como una mayor dedicación a Cristo y a su Reino». En representación de los seis purpurados, el estadounidense James M. Harvey destacó en el saludo que le dedicó a Benedicto XVI que al «aceptar el honor» del cardenalato, se comprometen a ser «operadores perseverantes y responsables» de la Nueva Evangelización.
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