Actualidad

Papel

Emilio José Martínez González: «Se han superado los tópicos sobre Santa Teresa»

Entrevista con Emilio José Martínez González. Vicario general de los Carmelitas Descalzos. Empezó a organizar el centenario en 2009 y no dejó ninguna puerta sin llamar para pedir colaboración

La Razón
La RazónLa Razón

Ayer, Santa Teresa de Jesús cumplió 500 años, una efeméride que ha llenado España y muchos otros países de actividades y celebraciones en torno a esta española universal. Un centenario que ha servido para acabar con muchas de las imágenes preconcebidas sobre la santa, centradas, sobre todo, en los sucesos extraordinarios que vivió. Pero la santa de Ávila es más que eso, tiene un mensaje que sirve para hoy, unas palabras que invitan a entrar en diálogo con ella. Sólo hace falta abrir su obra.

–Un centenario del nacimiento de una santa tan importante como Teresa de Jesús no se celebra todos los días. ¿Cómo lo han vivido?

–Con mucha alegría y una buena preparación, pues durante los últimos cinco años la Orden ha estado leyendo las obras de Santa Teresa pensando en el día de ayer. Fue un día para dar, para compartir un regalo: ella misma. Nos toca regalarla a otros y estamos sorprendidos por la respuestas que estamos encontrando.

–Aunque las celebraciones continúan, ¿qué balance hace hasta ahora del centenario?

–Percibimos un mayor reconocimiento de la figura de la santa. Yo mismo empecé en 2009 llamando a diversas puertas para pedir colaboración; se abrían, pero tenían un conocimiento del personaje respetuoso, pero superficial. Ahora, cuando vuelvo, me doy cuenta de que el trabajo realizado comienza a calar y la figura de Teresa ya supera los tópicos que, por desgracia, arrastra desde hace muchos años.

–¿A qué tópicos se refiere?

–Se ve a Santa Teresa como una figura religiosa de carácter tradicionalista que en España se debe superar, porque no tiene nada que ver con nosotros. Superar esto es el balance más positivo, junto a su aceptación en todas sus dimensiones: humanista, renovadora, pensadora, espiritual... Fue una mujer normal que se abrió a una experiencia al alcance de todos, que es la experiencia de Dios.

–Se la suele considerar como una adelantada a su tiempo...

–Yo prefiero hablar de personaje excepcional, de un clásico. Un persona que perdura a lo largo del tiempo, no porque se haya adelantado, sino porque sabe descubrir en el momento en el que vive los valores que son absolutos y duran, y los que son relativos y caducan. Ella aborda la cuestión de las apariencias, del verdadero amor y de los amores interesados...

–Su mensaje es entonces actual, ¿no?

–Tiene un mensaje para toda la humanidad. El problema es que ha sido recluida a espacios que hoy no se consideran de moda. Puedo decir que muchas personas no creyentes que se han acercado a su obra se han quedado impresionadas; no sabían que Santa Teresa era así. Yo puedo hablar mucho de ella, pero no sirve de nada. Lo que sirve es abrir sus libros, porque cuando entiendes lo que dice, ya no estás leyendo, sino dialogando con ella. Leyendo a Santa Teresa, cualquier persona puede encontrar respuesta a cosas que le pasan y que a lo mejor no sabe explicar con palabras. Teresa ofrece un diagnóstico y la terapia.

–Podríamos decir que Teresa, a través de este centenario, ha salido del convento...

–La última gran efeméride, en 1982, fue más eclesial, porque en ella confluyeron todos los avances científicos en torno a la santa. Hoy, en una sociedad más plural y abierta, se han roto esas barreras y se ha generado un gran interés.

–El Papa Francisco inició el pasado jueves la Oración Mundial por la Paz organizada con motivo de este aniversario. ¿Qué similitudes tienen estas dos figuras de la Iglesia?

–Francisco encuentra en Teresa un eco de lo que él mismo vive a nivel espiritual. Él ha recordado en su exhortación apostólica «Evangelii gaudium» que los cristianos deben renovarse. Tanto Teresa como él han descubierto que Jesús no es un ente, una doctrina o una moral, sino una persona con la que es posible entablar una relación que se convierte en motor de toda renovación. Ahí entra la búsqueda de los pequeños, la preocupación por los excluidos...

–¿Qué queda por hacer en este año teresiano?

–Lo más importante. Una vez que hemos celebrado la efeméride, tenemos que sostener las actividades y empezar a poner en marcha estrategias para que este Centenario perdure. El Centenario tiene que dejar poso; si no, sería un fracaso. En cualquier caso, hay dos grandes exposiciones abiertas y otras muchas más pequeñas. También charlas, jornadas, congresos, seminarios y la peregrinación del Bastón de Santa Teresa, que ha recorrido todo el mundo, por España.

El perfil

El vicario general de los Carmelitas Descalzos nació en Madrid el 19 de diciembre de 1964. Ingresó como postulante en la Orden de los Carmelitas Descalzos el 30 de septiembre de 1986 y emitió su profesión el 1 de octubre de 1988. Fue ordenado sacerdote en 1994. Emilio José Martínez realizó sus estudios eclesiásticos en la Universidad Pontificia de Salamanca; tras obtener su licenciatura se doctora en teología en la Universidad Pontificia Comillas en Madrid, con una tesis sobre San Juan de la Cruz.