Francisco, nuevo Papa

Francisco: «Jesús viene por los pecadores»

"El Señor no se cansa nunca de perdonar, nunca. Somos nosotros los que nos cansamos de querer ser perdonados", ha subrayado el Papa Francisco durante la homilía de la Misa que ha celebrado este domingo en la Iglesia de Santa Ana y en la que ha reflexionado sobre el pasaje de la mujer adúltera a la que el pueblo quería condenar y al que Jesús le dijo: 'Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra'.

En este sentido, el Papa Francisco ha defendido la gran misericordia de Dios, ha apuntado que Jesús viene "no por los justos"sino "por los pecadores"y ha advertido de que la sociedad actual se parece un poco a este pueblo del pasaje del Evangelio. "También nosotros creo que somos este pueblo que, de una parte, queremos escuchar a Jesús pero por otra, nos gusta condenar a los otros", ha subrayado.

Según ha explicado el Pontífice, en este pasaje, el pueblo dejó solo a Jesús con la mujer pero en una "una soledad fecunda", la de la oración con el Padre y la de la "misericordia con esta mujer". Así, ha contado que, mientras el pueblo que seguía a Jesús quería escucharle, había "otros que no escuchaban nada"que "no podían escuchar"y que son los que fueron a insultar y condenar a la mujer.

Por ello, ha remarcado que el mensaje de Jesús en este Evangelio es uno "muy fuerte": "La misericordia"y ha destacado que solo cuando uno reconoce que es pecador -no como el fariseo que delante del altar daba gracias a Dios por no ser como estos o aquellos--, conoce al Señor y la "alegría de esta misericordia".

No obstante, ha admitido que "no es fácil abandonarse a la misericordia de Dios"que, a veces, según ha apuntado puede resultar hasta "incomprensible". "Pero debemos hacerlo", ha subrayado, al tiempo que ha puesto el ejemplo de una persona que pide perdón al Señor por haber hecho cosas muy graves. "El tiene capacidad de olvidar, de escuchar, él te abraza, solo te dice 'Yo tampoco te condeno, ve y no peques más y si después de un mes vuelve a ocurrir la misma situación, se debe volver al Señor", ha remarcado.

A la salida de la Iglesia, cientos de personas esperaban al Papa Francisco gritando "`Viva el Papa!"y "`Francesco, Francesco!". Así, el Pontífice, después de saludar a los que habían estado presentes en la Misa, se ha acercado al pueblo y ha dado la mano a todos los que se la extendían desde detrás de las vallas.