Los cardenales no han decidido aún la fecha del cónclave

Los cardenales reunidos en tercera la tercera Congregación General, previa al Cónclave, han tratado, entre otros asuntos, sobre la actividad de la Santa Sede y la situación y renovación de la Iglesia, según ha explicado el jefe de la Sala de Prensa del Vaticano, Federico Lombardi, que no ha especificado si se ha tratado concretamente el informe sobre el 'Vatileaks'.

Los cardenales reunidos en tercera la tercera Congregación General, previa al Cónclave, han tratado, entre otros asuntos, sobre la actividad de la Santa Sede y la situación y renovación de la Iglesia, según ha explicado el jefe de la Sala de Prensa del Vaticano, Federico Lombardi, que no ha especificado si se ha tratado concretamente el informe sobre el 'Vatileaks'.

De momento, no se ha fijado fecha para iniciar las votaciones para elegir al nuevo Papa y, en este sentido, Lombardi ha insistido en que los cardenales quieren reflexionar "bien"para decidir la fecha y ha considerado "prematuro"determinar si el anuncio podría conocerse este miércoles.

"No hay deseo de apresurar", ha asegurado Lombardi, que también ha indicado que entre los cardenales que se han incorporado a las congregaciones este martes se encuentra el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela. Mientras, todavía faltan otros cinco purpurados electores (menores de 80 años) por llegar a Roma. Los cardenales volverán a reunirse este miércoles en congregación general.

Los cardenales volverán a reunirse mañana miércoles por la mañana, tras decidir que sólo habrá reuniones por la mañana, según ha informado la Sala de Prensa del Vaticano. Esta previsto que la fecha del Cónclave se conozca este martes o el miércoles.

Entre tanto, el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, el cardenal Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida, en una entrevista al diario italiano La Stampa, ha reconocido que el caso "Vatileaks"influirá en las votaciones de los purpurados y por ello pedirá conocer el contenido central del informe secreto.

Al respecto, el cardenal Raymundo Damasceno Assis, que participará en su primer cónclave, destaca la presencia en las congregaciones generales de los tres cardenales eméritos que formaron la comisión de investigación sobre el caso de fuga de documentos reservados de la habitación de Benedicto XVI y apunta que "puede ser que algunos de los cardenales pidan información sobre el informe confidencial, que se entregara al próximo Papa".

En esta línea, el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil añade creer "que no es necesario entregar el documento a cada uno pero sí que se ofrezcan a todos algunas generalidades sobre el contenido"porque asegura que "conocer el núcleo central es parte de la corresponsabilidad en el gobierno de la Iglesia y sobre todo cuando se trata de tomar una decisión como esta de elegir un Papa", por lo que concluye que "seguro que su contenido influirá en las votaciones".

Por su parte, el jefe de la Sala de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, ha indicado que durante la segunda congregación general llevada a cabo este lunes por la tarde, se incorporaron otros

4 cardenales.

Asimismo, el predicador de la casa pontificia, el padre Raniero Cantalamessa realizó por la tarde de la segunda congregación general la primera meditación de las dos previstas antes del inicio del Cónclave.

Ayer por la mañana faltaban aún por llegar a Roma 12 de los 115 purpurados electores, entre ellos Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, que se unió por la tarde, cuando se decidió que hoy y mañana sólo se reunirán una vez. Estos cardenales no acudieron a la primera de las congregaciones generales, las reuniones previas al cónclave en las que pueden participar todos los miembros del Colegio Cardenalicio.

En el encuentro, en el que había 142 príncipes de la Iglesia, de los que 103 eran electores, llevó la voz cantante el decano, Angelo Sodano. El otro personaje de peso era el camarlengo, Tarcisio Bertone, encargado de llevar las riendas de la Iglesia durante la sede vacante.

En la primera parte del encuentro, celebrado en la Sala del Sínodo, dentro del Aula Pablo VI del Vaticano, los cardenales hicieron su juramento de que mantendrán el secreto sobre todo lo tratado en el proceso que llevará a la elección de un nuevo obispo de Roma. Pronunciaron uno a uno su juramento frente a un crucifijo y con la mano sobre los Evangelios. Es la constitución apostólica «Universi Dominici Gregis», aprobada por Juan Pablo II, la que contempla este procedimiento.

Juramento

Quien viole su juramento es penado con la excomunión, como subrayó Benedicto XVI en el motu proprio (documento magisterial) «Normas nonnullas», en el que permite a los cardenales electores que adelanten el inicio del cónclave sin esperar los 15 días mínimos de sede vacante que contempla la ley.

Tras los juramentos, se sorteó quiénes serían los purpurados que ayudarán al camarlengo en la congregación particular y se decidió que el predicador de la Casa Pontificia, el capuchino Raniero Cantalamessa, dirigiese por la tarde la primera de las meditaciones de las congregaciones generales.

En la sesión vespertina los cardenales prepararon el borrador de una carta de agradecimiento a Benedicto XVI. La frenética actividad de estos días del Colegio Cardenalicio contrasta con la tranquilidad de la que el obispo emérito de Roma disfruta en Castel Gandolfo, donde vivirá durante los próximos dos meses hasta que terminen los trabajos de acondicionamiento del monasterio dentro del Vaticano donde se trasladará luego.

Aunque no está en el orden del día, en estas jornadas los purpurados hablarán del caso «Vatileaks», la crisis motivada por la filtración de documentos confidenciales. El cardenal Raymundo Damasceno, arzobispo de Aparecida y presidente de la Conferencia Episcopal Brasileña, explicó ayer en «La Stampa» que aunque los tres miembros de la comisión encargada por Benedicto XVI de investigar el caso no harán públicos sus resultados, sí ofrecerán información.

Estos tres purpurados, todos mayores de 80 años y, por tanto, sin derecho a voto en el próximo cónclave, son el español Julián Herranz, el eslovaco Jozef Tomko y el italiano Salvatore De Giorgi. «Seguramente el contenido (del informe) tendrá un peso en las votaciones», afirmó Damasceno, quien subrayó que es también «corresponsabilidad en el gobierno de la Iglesia» conocer lo que pasa en su «corazón», especialmente a la hora de tomar una decisión tan importante como «la elección de un Papa».

El portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi, calificó la primera jornada como un encuentro «sereno, constructivo y positivo» e informó de que tras los juramentos y otros formalismos, tomaron la palabra 13 cardenales para hablar sobre el calendario de reuniones e introducir los temas que se van a abordar. Los días previos al cónclave son muy útiles para que los purpurados se vayan conociendo y planteen los retos de la Iglesia. Cuando esté claro el cuadro, arrancará la búsqueda de la persona más capacitada para afrontarlo.