Iglesia Católica
La verdadera historia de la amistad epistolar de Juan Pablo II
La filósofa Anna-Teresa Tymieniecka conoció a Juan Pablo II por un libro del Pontífice
La filósofa Anna-Teresa Tymieniecka conoció a Juan Pablo II por un libro del Pontífice
La cadena pública británica BBC emitió anoche el documental «Las cartas secretas del Papa Juan Pablo II» en el que se trata la amistad del santo polaco con una mujer. Según la cadena detelevisión, la amistad con la filósofa polaco-estadounidense Anna-Teresa Tymieniecka, se habría iniciado antes de que Wojtyla se conviertiese en Pontífice el 16 de octubre de 1978.
La BBC habría tenido acceso a la correspondencia que los dos se enviaron a lo largo de esos años, aunque sólo a las cartas escritas por él, en las que según responsables del documental, tuvo una afianzada amistad.
La cadena británica no pudo ver las cartas escritas por la filósofa, aunque se cree que éstas se incluyen en una colección vendida por ella a la Biblioteca Nacional de Polonia en 2008, seis años antes de su muerte. Por su parte, la biblioteca no ha confirmado si tiene las cartas, y también ha subrayado que la relación entre ambos fue «normal».
La emisión del reportaje se produce precisamente en los días en los que el Papa Francisco se encuentra de visita apostólica a México y está mostrando una Iglesia que se desvive por los pobres, ancianos, enfermos, jóvenes y apartados de la sociedad, como hizo ayer con los indígenas del estado de Chiapas.
Según la BBC, la amistad entre Karol Wojtyla y Tymieniecka empezó cuando ella contactó con el entonces cardenal y arzobispo de Cracovia en 1973 para consultarle sobre un libro de filosofía que él había escrito. Después de un viaje de la estudiosa, de 50 años, a Polonia para analizar ese trabajo, habría comenzado la correspondencia entre ambos.
Pero el documental va más allá y muestra algunas fotografías en las que se ve al futuro Papa con su amiga durante una excusión e incluso, según la BBC, habría constancia de que el polaco invitara a la filósofa a acompañarle en alguna de sus caminatas por la montaña y salidas para esquiar.
A pesar del revuelo levantado por esta amistad, la realidad es que ya era bien conocida en el círculo íntimo de Juan Pablo II y fuera de él. Así lo demuestra el libro de su biógrafo George Weigel «Testigo de esperanza».
Otro veterano vaticanista y también biógrafo suyo, Gianfranco Svidercoschi, llegó a explicar a Acistampa que, mientras el Papa polaco se deshacía de la correspondencia sin darle la mayor importancia, la señora Tymieniecka la almacenaba e incluso guardaba una copia de las misivas que ella le enviaba. La filósofa, después de la muerte de Juan Pablo II en 2005, habría intentado venderlas, siendo la Biblioteca Nacional de Polonia la que finalmente las adquirió, aunque no permite verlas.
A pesar de la aparente novedad de la historia, es de sobra conocido que el santo polaco mantuvo amistad con diversas personas, entre ellas mujeres. Es el caso de Wanda Póltawska, médico y escritora que fue internada en el campo de concentración de Ravensbrück, donde fue víctima de varios experimentos nazis. Ella misma escribiría sobre su relación con el Papa en el «Diario de una amistad».
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