Salud

Piercings: peligros, precauciones y cuidados para evitar complicaciones

El uso de estos elementos cuenta con gran popularidad especialmente en jóvenes

Si la infección se produce se recomienda retirar el pendiente y lavarlo con las manos limpias a diario con jabones indicados
Si la infección se produce se recomienda retirar el pendiente y lavarlo con las manos limpias a diario con jabones indicadosEmilio MorenattiAgencia EFE

Desde hace miles de años el ser humano ha tenido la tentación de ornamentarse el cuerpo. Collares, pulseras u otros objetos se han utilizado a lo largo de los siglos para acicalarse e, incluso, demostrar ser distintos. En ocasiones el uso de ciertas joyas solo estaba reservado a unos privilegiados por lo que su importancia era total.

Pero no solamente los humanos hemos utilizado objetos para distinguirnos. La piel, en muchas ocasiones, ha sido un gran ejemplo de ornamentas. Los tatuajes y los piercings, así, se han convertido desde hace siglos en todo un complemento para las personas cuyo uso en ocasiones puede comportar riesgos para la salud.

Los piercings, por lo tanto, son en la actualidad un elemento más de la moda. Pueden colocarse prácticamente en todos los lugares del cuerpo aunque esto pueda comportar algunos riesgos. Por este motivo, a continuación detallamos siguiendo las recomendaciones de la clínica especializada Mayo los riesgos, precauciones y cuidados que se deben tener.

Riesgos de ponerse un piercing

Exiten una serie de riesgos una vez que nos ponemos un piercing en alguna parte del cuerpo. Los más habituales son las reacciones alérgicas pro culpa de el material de las piezas, especialmente de níquel.

Además, desde la Clinica Mayo se expone como pueden existir complicaciones orales debido a que los piercings que “se colocan en piercings en la lengua pueden astillar y romper los dientes, y dañar las encías”. Incluso, esto puede llegar a influir en la respiración o masticación de las personas.

En esa línea también pueden surgir infecciones que deberán ser tratadas. Enrojecimiento, dolor, hinchazón o una secreción similar al pus son las más frecuentes pudiendo dejar, incluso, cicatrices en el cuerpo.

Cabe destacar, por último, que también pueden darse en los casos más graves enfermedades transmitidas por la sangre. Hepatitis B, la hepatitis C, el tétanos y el VIH pueden ser un peligro al ponernos estos elementos en el cuerpo por lo que las condiciones higiénicas deberán ser buenas.

Precauciones

Lo primero que debemos tener en cuenta según los especialistas es saber quién nos realiza el piercing. Para ello, podemos consultar las licencias de los locales evitando a toda costa realizarnos nosotros mismos la cirugía dejando en manos de especialistas el acto.

Además, deberemos controlar en todo momento que el perforador se lave las manos y use guantes desechables para cada piercing. Incluso, es aconsejable vigilar que el especialista utilice material desechable y joyas hipoalergénicas. En ese último caso desde Mayo Clinic se recomienda “acero quirúrgico inoxidable, titanio, niobio u oro de 14 o 18 quilates”.

Cuidados de las perforaciones

Debido a que es una intrusión en la piel se deben seguir cinco consejos para evitar infecciones facilitando la curación. El primero es limpiar con lenguaje bucal si nos ponemos algún piercing en la boca o labios. Así, con un cepillo de forma suave y este producto enviamos muchos problemas. En las comidas, además, podemos retirarlos si nos molesta en exceso.

En la piel también debemos limpiar con cuidado las zonas. Dos veces al día con agua y jabón es necesario para evitar problemas. Además, debemos vigilar la natación debido a que piscinas, jacuzzis, ríos, lagos ni otros cuerpos de agua pueden ser dañinos para la curación.

Por último, cabe destacar la necesidad de no realizar juegos innecesarios con las perforaciones mientras se curan y mantener colocadas. Su extracción prematura podría dificultar la mejora de la zona durante los primeros días.