¿Por qué engorda tanto cenar tarde? Una especialista en nutrición responde

Dicen que "quien ríe último, ríe mejor", pero parece ser que con respecto a las cenas es justo lo contrario. Si han visitado durante este verano algún país europeo, casi con seguridad que les haya sorprendido lo pronto que cenan, varias horas antes de lo que estamos acostumbrados en España.

En nuestro país, la mayoría de familias tienen establecida como rutina comenzar la cena en torno a las 21:00 horas. Si tenemos en cuenta lo mucho que nos gusta a los españoles alargar las comidas y las sobremesas, podemos imaginar todos que acabaremos de cenar bastante tarde, lo que puede resultar malísimo para el organismo, especialmente si se está siguiendo una dieta.

También se suele contar que "de grandes cenas están las sepulturas llenas", pero tampoco hace falta exagerar. Aunque la mayoría de médicos coinciden en que tomar comidas copiosas por la noche es malo para la salud, además de que dificulta el sueño y puede producir acidez nocturna. Una mala alimentación puede acortar drásticamente la vida, por eso es necesario llevar no solo una buena nutrición, sino también un estilo de vida saludable.

Se pueden hacer algunas excepciones a lo largo del año, como en las fiestas de Navidad o Año Nuevo, pero la norma general que debería imperar es la de hacer cenas ligeras y en un horario más temprano al que solemos tener en España. Al ser humano, un animal de costumbres, siempre le cuesta más corregir que aprender desde cero, pero muchas familias ya son conscientes de los inconvenientes de cenar tarde y están transformando sus hábitos.

¿Por qué cenar tarde engorda y acorta la vida?

Hace algunas semanas la divulgadora de salud y médico integrativa Isabel Belaustegui participó en una entrevista en el podcast sobre nutrición y vida saludable 'Vida Potencial'. La experta se mostró encantada de responder a una pregunta que le suelen plantear muchas veces, si la costumbre española de cenar tarde es buena o mala para la salud.

Belaustegui relataba que "en las horas del final del día, cambia la respuesta de la insulina al ingerir alimentos", siendo así que cenar tarde acaba favoreciendo la acumulación de grasa en el cuerpo y el aumentos de peso, al no poder quemarlo porque ya entramos en reposo. Así lo compartía @gerson_hablemosdsalud en la plataforma de Instagram.

La médico contaba cómo mucha gente sigue al pie de la letra una dieta y, sin embargo, no consigue perder peso, y lo achacaba a que en muchas ocasiones se cene a horas tardías del día. Para las personas que estén a dieta, hacer cenas más ligeras debería ser una de las prioridades.

Otro factor de riesgo para la salud y que puede acabar disminuyendo la longevidad es que cenar tarde, y más especialmente si se toman alimentos pesados o muy grasos, es que dificulta el sueño y el descanso. Según Belaustegui, "el sueño es esencial para la salud física, mental y emocional".

¿Qué deberíamos cenar para vivir 100 años?

Hace algunas semanas publicábamos en LA RAZÓN una noticia acerca de Valter Longo, un destacado investigador del campo de la longevidad, además de Director del Laboratorio de Longevidad y Cáncer en el prestigioso Instituto de Oncología Molecular IFOM en Milán. En uno de sus libros, "La dieta de la longevidad. Comer bien para vivir sano hasta los 110 años", da consejos sobre una alimentación saludable y consejos para llevar un mejor estilo de vida.

Uno de los mayores cambios que recomendaba este experto en longevidad era, precisamente, "no cenar fuerte ni pesado". De hecho, apostaba por hacer cenas a base de alimentos ligeros que faciliten la digestión y aseguren un mejor descanso. Según él, se deberían restringir al máximo posible lo que llama "las 5Pvenenosas": pasta, pizza, patatas, pan y proteínas animales.

Las cenas ligeras no solo facilitan el sueño, sino que además dificultan la generación de grasa durante la noche. Por mucho que se diga popularmente que 'el desayuno es la comida más importante del día', si se está llevando una dieta, probablemente sería la cena.