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Tu enfermera responde

La importancia de cuidarse para poder cuidar

Esta labor genera agotamiento, tristeza, ansiedad o pérdida de identidad

El 80% de los cuidados no profesionales en España los asumen las mujeres FREEPIKLA RAZÓN

Las estimaciones calculan que más del 80% de las personas cuidadoras son mujeres. Una realidad que no debe pasarse por alto y para el que hay que tomar medidas a la hora de ayudar y potenciar los cuidados de todas esas mujeres que ejercen los cuidados con un familiar. Además, es fundamental hablar del impacto emocional que conlleva el rol de cuidadora. Aunque es un tema silencioso, no deja de ser muy frecuente y desde las consultas debemos abordarlo.

1. ¿Qué implica ser cuidadora informal y por qué afecta tanto a la salud mental?

En España, más del 80% de los cuidados no profesionales de personas mayores, con dependencia o enfermedades crónicas, los asumen mujeres, es decir, madres, hijas, esposas... Aunque cuidar es muy humano y generoso, también es una tarea exigente, continua y muchas veces solitaria. No tiene descanso, ni remuneración y cuenta con poca visibilidad y reconocimiento. Esto genera agotamiento físico y emocional, tristeza, ansiedad o pérdida de identidad, en muchos casos. Ser consciente de ello es necesario para poder tomar decisiones y plantear acciones en este sentido.

2. ¿Cuáles son las señales de alarma de que se está dando una sobrecarga emocional?

A este problema lo llamamos «síndrome del cuidador quemado» o sobrecarga del cuidador. Las señales más comunes para darnos cuenta de que algo está ocurriendo es el cansancio extremo, la irritabilidad, dificultades para dormir, sensación de estar atrapada, o incluso somatizaciones como dolores musculares o cefaleas. Además, debemos ser conscientes de que muchas mujeres no se permiten parar ni hablar de su malestar, porque sienten culpa o miedo a parecer egoístas si cuentan cómo se encuentran. Pero lo que hay que tener claro es que cuidar no puede ser sinónimo de dejarse a una misma para el final.

3. ¿Qué podemos hacer si nos sentimos sobrepasadas por la carga del cuidado?

Lo primero es reconocer que necesitas cuidarte también tú. No puedes dar lo que no tienes y esto es algo que debemos saber claramente. Es importante dedicarte un rato cada día, aunque sea breve, para pensar, descansar y asimilar lo que nos está pasando. También es importante pedir ayuda a familiares, servicios sociales o profesionales de la salud. Los grupos de apoyo para cuidadoras son espacios muy valiosos para compartir experiencias y sentirse acompañadas. Y, por supuesto, siempre que lo necesiten, se puede consultar con tu enfermera si notas síntomas persistentes de ansiedad, insomnio o tristeza. La salud mental de quien cuida es igual de importante que la de quien recibe el cuidado. Y, recuerda, no estás sola, si necesitas más información o apoyo, hay profesionales trabajando para poder ayudar.