Coronavirus

La historia de Pablo, un pequeño de 8 años con parálisis cerebral, que necesita ayuda

Los padres, afectados por un ERTE, ya no pueden sufragar los costosos tratamientos del niño. Un policía de Almendralejo ha iniciado una campaña para recaudar dinero

Pablo Asensio, el pequeño de ocho años, con parálisis cerebral
Pablo Asensio, el pequeño de ocho años, con parálisis cerebralLa RazónLa Razón

Pablo Asensio tiene apenas ocho años y es un niño muy querido y conocido en Almendralejo. Su valentía y sus ganas de salir adelante son todo un ejemplo para quienes le rodean y para todo aquel que haya tenido la oportunidad de conocer su historia. Con apenas unos meses de vida le diagnosticaron parálisis cerebral y desde entonces, tanto él como su familia han batallado contra esta dura enfermedad. Luis y Carmela, sus padres, no han dejado de luchar en ningún momento por dar a su hijo los cuidados necesarios, pero la pandemia por coronavirus les golpeó fuerte. Luis, camarero de profesión, entró en un ERTE en marzo y aún no ha cobrado nadadel Estado. En mayo volvió a trabajar junto a su mujer en una cafetería, pero las cuentas no salen y necesitan ayuda. Pablo necesita ayuda.

El pequeño sufre lo que se denomina parálisis espástica, lo que provoca la rigidez de sus músculos y necesita cuidados muy especiales y muy costosos. De entrada, necesita adaptar la silla a su crecimiento y unos dafos nuevos para que se pueda mantener de pie y no se le atrofien los músculos. Además, necesita dos sesiones semanales de fisioterapia, que les supone un gasto mensual de 450 euros, yuna terapia especial llamada “therasuit”, que le han recomendado dos veces al año. El coste de cada una de estas sesiones asciende a 2.600 euros y evita que se produzcan deformaciones y problemas de cadera, entre otras cosas. En junio ya no han podido llevarle ni siquiera a su terapia semanal.

Y aquí entra en escena Raúl Machio, un policía nacional de Almendralejo, que conoce la historia de Pablo desde hace años. Durante el estado de alarma, los policías dieron un homenaje al pequeño que le llenó de alegría y fue en ese momento cuando Raúl fue consciente de las verdaderas necesidades que necesita este pequeño y la dificultad de su familia para afrontar la situación.

¿Cómo ayudar a Pablo y su familia?

Raúl no podía permanecer impasible ante esta terrible situación y decidió promover una campaña de donaciones a través de gofundme. Y ¿cómo podía hacerlo más atractivo? Pues se le ocurrió hablar con algunos de sus amigos, que pertenecen al mundo del fútbol, para que donaran alguna de sus pertenencias y así después sortearlas. Al final consiguió juntar doce camisetas firmadas y un par de botas de jugadores y árbitros, todos ellos vinculados de alguna manera con el fútbol extremeño.

Sobra decir que todo el dinero recaudado será íntegramente ingresado en la cuenta bancaria de los padres de Pablo, para que puedan sufragar el máximo tiempo posible sus gastos. La idea sortear dos camisetas dentro de un mes y partir de ahí otras dos semanalmente hasta acabar con todas.

Pero este no es el único acto solidario de sus vecinos, que se han volcado con este pequeño desde que nació. Desde hace tiempo son muchos los que guardan los tapones de plástico y los depositan en un corazón ubicado en Almendralejo. ¿El objetivo? Recaudar dinero para ayudar al pequeño Pablo. Durante la pandemia, como sus padres no podían salir de casa para recogerlos, Protección Civil se hizo cargo de ellos.

Corazón de tapones, dedicado al pequeño Pablo en Almendralejo
Corazón de tapones, dedicado al pequeño Pablo en AlmendralejoLa RazónLa Razón