Movilidad

Apuesta por el transporte público sostenible

La pandemia ha redefinido muchos de los hábitos y costumbres que teníamos hasta ahora, incluida la forma que tenemos de movernos

De los 900.000 millones de los fondos Next Generation, España dispondrá de 6.667 solo para movilidad sostenible
De los 900.000 millones de los fondos Next Generation, España dispondrá de 6.667 solo para movilidad sostenibleJuan HerreroAgencia EFE

Más de 4.000 millones de habitantes viven hoy en día en entornos urbanos. De acuerdo con los datos de la Organización Mundial de la Salud, 9 de cada 10 personas respiran aire de muy mala calidad. Más de 33.200 muertes prematuras se asocian a la contaminación solo en nuestro país, según la Agencia Europea de Medioambiente.

De cara al futuro, se espera que el 70% de la población mundial viva en ciudades en 2050, por lo que definir medidas será vital. En lo que a nuestro país respecta, además, en solo 10 años habrá un 50% más de coches, por lo que, cuanto antes tomemos cartas en el asunto, mejor preparadas estarán nuestras urbes para la vida.

Ahora que vivimos momentos de cambio, nos encontramos en el escenario perfecto para empezar a construir ciudades pensadas para las personas.

El coronavirus ha sacudido los cimientos del mundo tal y como lo conocíamos. Ha desafiado a nuestros sistemas de salud y del bienestar, ha afectado a nuestras economías e, incluso, ha modificado la forma en la que teníamos de vivir, trabajar y movernos en sociedad.

La manera en la que transitamos por nuestras ciudades ha cobrado especial importancia, sobre todo después del confinamiento. Tras un parón casi total en la movilidad urbana, en los últimos tiempos hemos vuelto a retomar los desplazamientos. Sin embargo, el miedo al contagio del virus ha hecho que se incremente el uso del vehículo privado frente al transporte público.

Esto no solo ha hecho que haya una mayor congestión en nuestras carreteras, sino que ha provocado que volvamos a valores de emisiones de CO2 parecidos a los de antes de la pandemia.

Para hacer frente a todo lo anterior, la Comisión Europea ha puesto en marcha el plan más ambicioso de toda su historia: el plan Next Generation EU, un paquete de medidas y presupuestos para la recuperación como nunca antes ha habido. Más de 800.000 millones de euros que contribuirán a reparar los daños económicos y sociales del coronavirus y que harán de la Europa post Covid-19 un lugar más ecológico, resiliente y digital.

En este plan, queda claro que las ciudades han sido las más castigadas durante la pandemia y la crisis económica derivada de la urgencia sanitaria y que, por tanto, es crucial invertir en su recuperación y en su resiliencia.

Para ello, en España los fondos Next Generation aportarán una contribución económica de hasta 6.667 millones para impulsar una movilidad «sostenible, segura y conectada», y con el propósito de la descarbonización y la reducción de la siniestralidad. El plan busca completar los corredores europeos en nuestro país, acelerar el trasvase modal de la carretera al tren, especialmente en el transporte de mercancías, para reducir la dependencia del país del petróleo importado y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

En el caso de los entornos urbanos, los fondos irán destinados para la transformación de la red pública de transporte, incluyendo la promoción de la movilidad activa o la micromovilidad y la inversión en pymes dedicadas al transporte de personas o mercancías.

Con la Ley del Cambio Climático y Transición Energética, los municipios de más de 50.000 habitantes deberán integrar zonas de bajas emisiones para el año 2023. Estas ZBE prohíben a los vehículos más contaminantes acceder a zonas concretas del entorno urbano y de aplicar una tasa por congestión o contaminación a aquellos que deseen acceder.

Se trata de una de las medidas más eficaces para gestionar el tráfico y rebajar los índices de contaminación, pero es solo un primer paso: a medida que se vayan renovando los vehículos, volveremos a vivir situaciones de atasco y congestión. Por ello, la Unión Europea propone un sistema de tarificación a los vehículos que quieran acceder a una zona de la ciudad: esta tarifa permitirá una mayor inversión en el transporte público e incentivará su uso sobre la opción privada.

Sobre esto, precisamente, es fundamental ofrecer mejores alternativas de transporte más sostenibles respecto al coche privado.Para ello, los fondos se dirigirán de forma especial a renovar las flotas de transporte público de bajas emisiones, a la transformación digital y sostenible del transporte, y a la mejora de la accesibilidad para una red de transporte más justa e inclusiva.

La Movilidad como Servicio (MaaS por Mobility as a Service) es el acceso integrado a varios servicios de movilidad de gestión pública o privada. Unifica un gran número de aplicaciones en una sola, siendo así mucho más cómodo para el usuario y reuniendo todas las opciones de planificación, pago y acceso bajo un solo software.

Por un lado, la movilidad compartida, con el uso de patinetes, motos, bicicletas o coches compartidos y la digitalización de nuestras actividades del día a día, y, por otro, la creciente concienciacion de las nuevas generaciones sobre la lucha contra el cambio climático, han hecho que las apps de MaaS gocen de una gran popularidad a día de hoy.

Además, la pandemia, para evitar el contacto entre personas, ha acelerado la creación de herramientas digitales que facilitan algunos servicios y evitan el contacto directo entre personas.

Abertis ha llevado a cabo este estudio elaborado por FACTUAL junto a la Universitat Politècnica de Catalunya-BarcelonaTech (UPC). Lo ha hecho en colaboración con diversas entidades del ámbito de la movilidad como son el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), Autopistas y Abertis Mobility Services (AMS), CARNET, RACC, Saba, Banco Sabadell y SEAT S.A. A través de un debate y la cocreación con diferentes expertos en el ámbito local, nacional e internacional, el estudio analiza todas las vías para implantar una movilidad más sostenible y digitalizada.

Un ejemplo de ello lo vemos en el autobús de Barcelona, donde se ha eliminado la compra de billetes con el conductor y se ha creado una app, en la que el usuario se registra y puede comprar y validar en el propio vehículo su billete.

De esta manera se facilita la gestión para el usuario, pudiendo comprar el billete en cualquier momento y sin necesidad de tener dinero en efectivo y al conductor, que se olvida de la compra de billetes y el contacto con miles de personas al día, centrándose exclusivamente en la conducción.