Récords

Del dolor insoportable al derrame cerebral, estos son los efectos del chile más picante del mundo

El pasado mes de septiembre se batió el récord de la persona que fue capaz de comerse 10 de estas guindillas en el menor tiempo posible

En la imagen, Gregory Foster, el campeón del mundo en comer Carolina Reaper (el chile más picante del mundo) | Fuente: Guinness World Records
En la imagen, Gregory Foster, el campeón del mundo en comer Carolina Reaper (el chile más picante del mundo) | Fuente: Guinness World RecordsLa Razónfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@e4c5a58

La escala Scoville es un estándar que mide el grado de picor de los frutos de las plantas de Capsicum, es decir, ajíes, chiles, guindillas, pimientos, etc. Este examen organoléptico fue desarrollado en el año 1912 por el farmacéutico Wilbur Scoville (de ahí su nombre) y se basa en la medición de la concentración de capsaicina; que es el principio activo responsable de estimular los receptores térmicos de la piel, las membranas mucosas y las papilas gustativas.

Cada pimiento de Padrón puede tener un picor diferente según sus condiciones de cultivo.
Cada pimiento de Padrón puede tener un picor diferente según sus condiciones de cultivo.Tim Reckmannfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@e4c5a58

Para determinar cuántas unidades Scoville (SHU o Scoville Heat Units) tiene una guindilla, se diluye el extracto de la guindilla en cuestión en agua azucarada, hasta que un comité de cinco jueces determina si sigue picando o no. Evidentemente, este método ya no se usa, porque hay que invertir demasiado tiempo y demasiados recursos. Y además, es menos preciso que un análisis cuantitativo de capsaicina de laboratorio (aunque tiene menos encanto, todo sea dicho). Sin embargo, el estándar de unidades Scoville quedó ahí.

Así, por ejemplo, el jalapeño se mueve entre las 2.500 o las 5.000 unidades Scoville. Eso significa que habría que diluir el extracto de este chile unas 2.500 o 5.000 veces antes de que dejara de picar. Y si hablásemos del habanero, habría que diluirlo -nada más y nada menos- que 300.000 veces para que la capsaicina fuese indetectable. Ahora bien, esto no es nada si lo comparamos con el chile más picante del mundo:

¿Cuál es el chile más picante del mundo?

En el año 2013, los expertos del Guinness World Records determinaron que el Carolina Reaper es el pimiento más picante del mundo. En sus orígenes se le conoció como “Don Pedrito” y es un cruce entre Habanero y Naga Bhut Jolokia cultivado por PuckerButt Pepper Company (EE. UU). Estamos hablando de que el Carolina Reaper se mueve entre las 1.641.183 y las 2.200.000 unidades Scoville.

Carolina Reaper, el pimiento más picante del mundo | Fuente: Wikipedia Commons
Carolina Reaper, el pimiento más picante del mundo | Fuente: Wikipedia CommonsLa Razónfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@e4c5a58

Si el lector es de esos que se sienten apelados cuando leen este tipo de artículos y se ha propuesto probar uno de estos pequeños, debe saber que no se trata simplemente de un juego… los Carolina Reaper son francamente peligrosos. En el año 2020, el Centro de Información Biotecnológica de Estados Unidos informó de que un niño de 15 años fue sufrió un derrame cerebral agudo después de comerse uno.

Y en el año 2018 no fue un niño, sino un hombre de 34 años el que tuvo que ser hospitalizado por los terribles dolores de cabeza que se habían desencadenado por comer un Carolina Reaper. Los escáneres cerebrales revelaron que tenía las arterias del cerebro totalmente constreñidas. Afortunadamente, todo volvió a la normalidad después de 5 semanas.

¿Cuántos Carolina Reaper puede tolerar el cuerpo humano?

Desde el pasado 17 de septiembre, quien ostenta el título de la persona que ha sido capaz de comer 10 Carolina Reaper en el menor tiempo posible es Gregory Foster, un fanático del picante que tiene su propia línea de salsas. Para ganar la corona, tuvo que devorarlos en unos asombrosos 33,15 segundos.

 

Es la pasión por el dolor, supongo”, respondió Gregory cuando le preguntaron por qué alguien se comería voluntariamente algo que podría matarle (literalmente). En la competición se le unió Mitch Donnelly, un entrenador de fútbol y profesor de biología que ya había desafiado a Gregory con anterioridad. Sin embargo, este no pudo mantener la lava fundida en la boca y fue descalificado... dejando sólo en el podio al impávido Gregory Foster.