Barcelona

Alargan el duodeno a un niño de 7 años en una operación pionera en el mundo

Médicos del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona han llevado a cabo con éxito la primera intervención descrita en el mundo para alargar el duodeno a un niño de 7 años con un intestino corto extremo

Médicos del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona han llevado a cabo con éxito la primera intervención descrita en el mundo para alargar el duodeno a un niño de 7 años con un intestino corto extremo. Según ha explicado a Efe el jefe de la Unidad Digestiva y Trasplantes del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Vall d'Hebron, Javier Bueno, además de la de este niño de 7 años, en este hospital se han efectuado otras dos intervenciones de este tipo, que son pioneras en el mundo.

Las novedosas intervenciones, que en breve publicará la revista científica 'Journal of Pediatric Surgery', han consistido en alargar el duodeno a los menores que no tenían intestino delgado, conocido como síndrome del intestino corto, para que puedan alimentarse sin nutrición artificial y evitar un trasplante intestinal. "El síndrome del intestino corto es una enfermedad que consiste en la pérdida de un gran segmento del intestino delgado por catástrofes intestinales. Estos niños no pueden absorber de forma adecuada los alimentos y por eso han de estar conectados de forma permanente a un dispositivo que les suministra el alimento por la vena", según Bueno.

El primer niño en ser operado fue Alex, que ingresó en el Hospital Materno-Infantil del Valle Hebrón cuando tenía un mes de vida con una torsión del intestino delgado que le estaba cortando el riego sanguíneo y le provocaba una necrosis intestinal. Requirió hasta 18 intervenciones quirúrgicas para ir extirpando las partes del intestino que dejaban de funcionar, por lo que perdió todo el intestino delgado a excepción del duodeno y una parte del intestino grueso.

Por este motivo, Alex ha sido alimentado durante toda su vida de forma artificial y, era un firme candidato a requerir un trasplante intestinal, con todos los riesgos que ello conlleva, han recordado los médicos que le atendieron. "Hasta ahora, se habían descrito dos técnicas quirúrgicas de alargamiento intestinal pero ninguna de ellas utilizaba el duodeno como parte de la misma, dado que se trata de un segmento del intestino difícilmente abordable quirúrgicamente", ha dicho Bueno.

Las técnicas clásicas de alargamiento intestinal necesitan, para ser realizadas, al menos un segmento de intestino delgado que Alex no tenía, pero ahora, esta nueva técnica se podrá aplicar a pacientes con síndrome de intestino corto, ya que permite añadir un segmento de intestino que antes nunca se había utilizado. Según ha explicado a Efe la doctora Susana Redecillas, médica adjunta de la Unidad de Gastrointrología y Hepatología de Vall d'Hebron, "el mayor problema para estos niños era que a largo plazo la parenteral actúa como un veneno sobre el hígado. Si no conseguimos que el niño sea capaz de alimentarse, muchas veces tienen que acabar con un trasplante hepático e intestinal".

"El gran éxito de estos niños es que estaban en un punto en que no podíamos atrasar más la nutrición por boca, y gracias a esta intervención hemos conseguido que tengan una capacidad de absorción mucho mejor", ha subrayado la especialista. La primera intervención se practicó en febrero de 2013 y, un año después, Alex, sólo con el alargamiento duodenal, ya comía de forma autónoma, sin necesidad de nutrición artificial, y no requería ningún dispositivo alimentario "extra".

La Unidad de Rehabilitación Intestinal del Vall d'Hebron ha tratado durante los últimos 10 años a más de 40 niños con fallos intestinales de diferentes orígenes, el 90 % de los cuales ha conseguido alimentarse de forma autónoma. Nueve de estos pacientes se han sometido a técnicas de alargamiento intestinal y siete de ellos hacen vida normal.

Yolanda Burgos, madre de uno de los niños que han sido operados con éxito, ha explicado a Efe que "el niño nació bien, y a los cuarenta días de vida me lo traje casi muerto, y me dijeron que en pocas horas fallecería".

"El niño vomitaba. Me decían que eran cólicos, estuvo 40 días en la UCI, muy mal. Algunos médicos no daban nada por él. Con la nutrición parenteral la vida te cambia totalmente, el niño estaba todo el día conectado a una máquina: analíticas, diarreas, vómitos...estuvo un año sin comer nada". "Hace dos años le hicieron una operación y desde entonces llevamos tres meses sin nutrición parenteral", ha comentado aliviada la madre del niño.