Comunidad de Madrid

Aval a las ayudas a los centros «single sex»

El aval del TC a este modelo educativo, que los grupos de izquierda rechazan, es total. No sólo considera que «no es constitutivo de discriminación», sino que también es «constitucional»

En España, la mayoría de centros de educación diferenciada están vinculados a instituciones religiosas
En España, la mayoría de centros de educación diferenciada están vinculados a instituciones religiosaslarazon

El aval del TC a este modelo educativo, que los grupos de izquierda rechazan, es total. No sólo considera que «no es constitutivo de discriminación», sino que también es «constitucional».

Los centros «single sex», que educan a niños y niñas en aulas separadas, podrán recibir subvenciones públicas, como el resto de centros educativos, según concluye la sentencia del TC dada a conocer ayer en respuesta al recurso de inconstitucionalidad presentado por el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso contra la Lomce.

El aval del TC a este modelo educativo, que los grupos de izquierda rechazan, es total. No sólo considera que «no es constitutivo de discriminación», sino que también es «constitucional» en la medida en que los niños y las niñas, independientemente del modelo pedagógico que elijan sus padres, tienen garantizado el puesto escolar. Por todo ello determina que este tipo de colegios (hay 107 en España), «podrán acceder al sistema de financiación pública en condiciones de igualdad con el resto de centros educativos siempre y cuando cumplan con los criterios y requisitos que fijen las leyes». Asimismo el Alto Tribunal considera que la educación diferenciada no vulnera los tratados internacionales y, de hecho, está plenamente implantada en otros países, como EE UU.

A la misma conclusión llega en lo que se refiere a la equiparación de la enseñanza de las asignaturas de Religión y Valores que, desde su punto de vista, no supone ningún tipo de discriminación. No sólo afirma que la asignatura es respetuosa con el principio de neutralidd religiosa del Estado porque no implica «valoración alguna de las doctrinas religiosas», sino que también garantiza el derecho que tienen los padres a que sus hijos reciban formación religiosa y moral de acuerdo a sus convicciones. Los alumnos que estudian Religión se forman también, dice el Constitucional.