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Bretón contradice a Bretón

Imagen de José Bretón en la sala de vistas donde es juzgado.
Imagen de José Bretón en la sala de vistas donde es juzgado.larazon

Sereno, al borde de las lágrimas cuando tocó hablar de sus hijos y con un discurso contra-dictorio en cuestiones comprometedoras. Bretón aguantó las cuatro horas de interrogatorio al que fue sometido sin mostrar un ápice de cansancio.

Sereno, al borde de las lágrimas cuando tocó hablar de sus hijos y con un discurso contra-dictorio en cuestiones comprometedoras. Bretón aguantó las cuatro horas de interrogatorio al que fue sometido sin mostrar un ápice de cansancio. Ni apoyó su espalda sobre el respaldo de la silla, ni cruzó las piernas, ni movió apenas los brazos. «Soy una persona aparentemente tranquila», se definió ante la primera pregunta de la Fiscal, María Ángeles Rojas, que le preguntó sobre su carácter. La Fiscalía continuó interrogándole sobre si se enfadaba con la familia, sobre qué le enamoró de Ruth, sobre los problemas con la familia Ortiz que derivaron en que su suegra, Obdulia, no le hablara antes de producirse los hechos por los que está imputado...Hasta que le interrogó sobre cómo era su relación con los pequeños Ruth y José. Ahí fue cuando quiso convencer entre sollozos de que «soy un padre bueno».

«Mi hijo José es muy risueño. Mi hijo me hace caso porque soy constante, no estricto. Cuando sale de la guardería, viene corriendo a mis brazos. Eso no lo hace un hijo que teme a su padre», dijo entre sollozos, de los que se recompuso rápidamente. Es la parte en la que Bretón introdujo cierto dramatismo a una declaración estudiada hasta el milímetro después de la frialdad que muchos le han recriminado. De sus hijos habló en presente durante toda la declaración. Y hasta se atrevió a dirigirse al jurado. Fue entonces cuando el juez le avisó: «No está para hacer alegatos al jurado». Después, llega el momento de hablar de su separación con Ruth. «Tuve que ir al psicólogo», dijo. Le recomendó comprar unas pastillas. Pero no acudió al especialista por la separación, «sino por las manías que dicen que tengo», como la de lavarse las manos antes de comer o de limpiar con alcohol dos mesas donde hay cucarachas, dijo. También aludió a que Ruth seguía queriendo a su ex novio Alfonso.

LAS PASTILLAS

-Bretón: «Las tiré». Según el escrito de la Fiscalía, con la excusa de la separación Bretón acudió el 27 de septiembre de 2011 a la consulta psiquiátrica de Guillermo Guiote para conseguir que éste le recetara tranquilizantes. El facultativo le recetó Motivan y Orfidal, medicamentos que adquirió el 27 de septiembre en la Farmacia Contreras, ubicada en la calle Sagunto. Bretón dijo por primera vez ayer: «Las tiré».

-La Fiscal: «Antes dijo que se las llevó a su casa».

La fiscal solicitó que quedara constancia de la novedad, ya que «en otra ocasión Bretón dijo que se llevó las pastillas al Portil (su casa)». No es un asunto baladí. En caso de que Bretón suministrase una mezcla de ambos tranquilizantes a los pequeños, se trataría de una mezcla mortal. De ahí que sea importante que los agentes policiales resaltasen en su día en los atestados que el acusado se mostró muy nervioso cuando le preguntaron donde estaban los medicamentos tras encontrar en la casa de los padres de Bretón las recetas de Motivan y Ofidal. «La Fiscalía precisó el presidente de la Sala, el juez Pedro Vela quiere resaltar el hecho no como prueba, sino para que ustedes –miembros del jurado– hagan juicio de la contradicción», dijo al jurado.

LA COLUMNA DE HUMO

-Bretón: «Vi el humo». Tanto cuando la Fiscalía le preguntó sobre la columna de humo de la que alertaron los vecinos de la zona de la finca a Infoca, como cuando le preguntó al respecto la acusación particular, Bretón aseguró que él también vio la columna de humo. «Sí, la vi, salía de las parcelas a mano derecha cuando se entra en mi finca. Sé que de mi parcela no era».

-La acusación: «No lo había reconocido antes». Al escuchar a Bretón, la abogada de Ruth, María del Reposo, avisó: «Que conste en acta, porque es la primera vez que lo dice».

LA HOGUERA

-Bretón: «Era redonda y de metro y medio». Preguntado por la hoguera en la que presuntamente incineró a los niños, Bretón aseguró que «era de poco más de metro y medio y redonda, no rectangular». Sobre la mesa rectangular que empleó, afirmó que «era una mesa más pequeña que ésta de aquí (refiriéndose a la que tenía en el juicio), más estrecha y más baja. Mi hija medía 1,20, cerca del doble que la mesa». Según Bretón, la hoguera la hizo quemando papeles, apuntes de Ruth, maderas y ropas. En concreto, unas bolsas que Ruth tiempo atrás había dejado en la finca para tirar.

-Los peritos: «1.200 grados no se alcanzan quemando sólo papeles». Que dijese que era redonda en lugar de rectangular contradice la argumentación hecha el pasado lunes por la abogada de Ruth, que aseveró que era rectangular y de tales dimensiones que Bretón también la había hecho para Ruth. Si bien, según el escrito de la Fiscalía, basado en informes de expertos, «gracias al acopio de leña de olivo y de gasoil que estuvo realizado durante los días anteriores... y con la mesa metálica... la hoguera de forma rectangular... alcanzó temperaturas de hasta 1.200 grados». Es decir, una temperatura que no se logra sólo con papeles y ropa.

LA GASOLINA

-Tenía 271 litros de gasolina, pero llenó el depósito.

En el juicio se intentó averiguar qué uso dio a los 271 litros de gasolina que compró entre el 19 de septiembre y el 7 de octubre y resolver por qué aun así Bretón llenó el depósito, aunque éste no aclaró demasiado. La acusación preguntó sobre los litros de gasolina que le entran en el depósito de su vehículo. Bretón respondió: «cerca de 50 litros, entre 47 y 48». Al propio presidente de Sala no le quedó claro por qué llenando su tanque y pidiendo que le llenen una garrafa, en el trayecto de Huelva a Córdoba tiene que volver a parar porque se le vacía el tanque. Bretón hizo unas cuentas extrañas: «Si no, sólo tendré un cuarto», afirmó.

- La defensa y la Fiscalía: «Tenía demasiada gasolina».

Para la Fiscalía y para la abogada de Ruth, Bretón tenía demasiada gasolina, tanta como para formar la hoguera que hizo, porque compró 271,11 litros de la Entidad Villaonuba, en Huelva.

LAS LLAMADAS

- Bretón: «No borré las llamadas». Durante el juicio, Bretón fue preguntado por el rastro de sus llamadas telefónicas. «Cogió el coche de su hermana?» «No». «Y entonces, ¿la llamada en ese coche? Hay registro de ella». Bretón contestó: Llamé en casa de mi hermana y en el trayecto para dejar el coche». «¿Estaba usted a las 11:30 en la finca ''La Quemada''», le preguntó Del Reposo refiriéndose al día 8 de octubre, cuando se piensa que se cometió el asesinato de los pequeños. «No». Entonces, «¿cómo puede estar su teléfono en Quemada y estar usted en casa de su hermana como ha dicho a la fiscal».

- Los informes lo niegan. El análisis que extrajo en su día la empresa Net Computer Forensic de su iPhone revela que borró llamadas.