Italia

El Sanremo de los diez millones

La retransmisión de este festival, que este año ha tenido una audiencia de vértigo, celebra la gran canción italiana

El grupo Stadio, de izquierda a derecha: Andrea Fornili, Gaetano Currieri, Roberto Drovandi y Giovanni Pezzoli
El grupo Stadio, de izquierda a derecha: Andrea Fornili, Gaetano Currieri, Roberto Drovandi y Giovanni Pezzolilarazon

La retransmisión de este festival, que este año ha tenido una audiencia de vértigo, celebra la gran canción italiana

«Sanremo es siempre Sanremo». Con tan sólo cuatro palabras, es posible dilucidar qué sienten los italianos acerca del Festival de Sanremo, la cita por excelencia de la canción italiana. Sanremo implica tanto elogios como críticas a la música, la moda y la televisión. Involucra, directa o indirectamente, a más de media Italia. Es mucho más que un simple festival: es el espejo en el que Italia se mira a sí misma.

Las jóvenes promesas y los artistas itálicos asentados compiten en sus respectivas categorías para ganar a lo largo de cinco noches. Este año, el grupo Stadio ha ganado entre los veteranos con la canción «Un giorno mi dirai» (en español «Un día me contarás»), que cuenta como un padre le explica a su hija las dulces y difíciles renuncias de la paternidad.

El Sanremo de 2016 ha sido el de los récords, por ser el más visto de la década. Lo confirmaba ayer el director de la cadena pública Rai 1: «Ha sido la audiencia más alta de los últimos once años». Diez millones de espectadores de media, con un 50 por ciento de «share», confirman la vigencia de un fenómeno cultural: un italiano de cada seis y un televidente de cada dos han sido telespectadores de lo que ocurría en el Teatro Ariston de la conocida ciudad de Liguria, en la región de Génova.

¿cuál es el secreto de tanto seguimiento? Una realización dinámica y una dirección artística acertada, llevada a cabo por el presentador Carlo Conti, el homólogo italiano de un irrenunciable como Ramón García en España. La belleza ha sido garantizada durante estas noches por la presencia del actor Gabriel Garko y la modelo Madalina Ghenea. Tampoco han faltado grandes invitados transalpinos e internacionales, como Nicole Kidman, Elthon John, Hozier, Ellie Goulding, Elisa, Renato Zero, Laura Pausini y Eros Ramazzotti, quien celebró en Sanremo, el pueblo de las flores, sus 30 años de carrera.

La canción eurovisiva

Gaetano Currieri, vocalista del grupo, en el momento de la victoria, pronunció desde el escenario algo muy sensible hacia la emocionada y cándida Francesca Michielin, segunda en la clasificación: “Una chica como ella, ha sido el motivo de inspiración de nuestra canción”. Teniendo derecho a representar a Italia en Eurovisión, los Stadio dejarán sitio a la jovencísima cantante, con su tema Nessun Grado Di Separazione.

Tras el final del Festival, en las emisoras de toda Italia ya suenan las canciones de los participantes. Los millones de telespectadores ahora pasan a ser radioyentes, deseando volver a escuchar su canción favorita. Se trata de una tradición sexagenaria, que ha pasado de abuelos a padres, y de padres a hijos. Porque, vaya como vaya: «Sanremo es siempre Sanremo».

De Mina a Pausini

El Festival de Sanremo nace seis años después del final de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de inaugurar una cita con la gran canción italiana que ha marcado la actualidad de la música europea. Por él han pasado artistas como Mina, Tozzi, Pausini, Morandi, Celentano o Ramazzotti, entre otros.