¿Está perdiendo fuelle «Gran Hermano 14»?

Algo está pasando con «Gran Hermano 14», cuya decimocuarta temporada no arranca en términos de audiencia. Ni la expulsión de Giuls ni la entrada de un nuevo concursante, Edoardo, contribuyeron a reactivar el «reality».

Algo está pasando con «Gran Hermano 14», cuya décimocuarta temporada no arranca en términos de audiencia. Ni la expulsión de Giuls ni la entrada de un nuevo concursante, Edoardo, contribuyeron a reactivar el «reality». En su tercera entrega, el lunes, logró su mínimo, un 18 por ciento de cuota de pantalla, y 2.474.000 espectadores. Estos datos son estimables para otros programas, pero, en el caso del «reality» emblema de Telecinco, saben a poco, puesto que no fue la emisión más vista de la cadena de Mediaset, como cabía esperar, privilegio que recayó en «El programa de Ana Rosa», con un 18,5 por ciento de cuota de pantalla. La noche del lunes no podía ser más favorable. Tras la final, la semana pasada de «Tu cara me suena», tenía el horizonte más despejado frente a la emisión de «Braveheart» y «Gran Reserva», que venía de acumular un pobre 11,7 de «share». Pues bien, la serie de la cadena pública subió el lunes 3,2 puntos y tuvo más espectadores que «Gran Hermano 14» en su franja, concretamente 3.072.000 espectadores.

«Lo cierto es que se produjo una situación cuando menos curiosa. La lógica indica que la finalización de ''Tu cara me suena'' repercutiera favorablemente en ''Gran Hermano 14''. Sinceramente se esperaba que subiese, como poco, tres o cuatro puntos, pero el espectador eligió otras opciones», explica a LA RAZÓN una fuente de un departamento universitario experto en audiencias, que matiza que los espectadores tienen cada vez más opciones gracias a la oferta de la TDT.

¿Significa esto que el buque insignia de Telecinco ya está dando síntomas de agotamiento después de 14 temporadas y varios especiales? «Se observan señales de cansancio por parte de la audiencia. En mi opinión está perdiendo frescura. Para empezar, por parte de los propios concursantes, que ya saben el recorrido que pueden tener después del concurso, y también por parte de los espectadores, que ya no lo ven con la misma inocencia», afirma Álvaro de la Torre, profesor de Escritura para los Medios de Comunicación de la Universidad CEU San Pablo.

Javier López, director de marketing de Mediaset España, niega la mayor: «Aunque sabíamos que en la primera gala íbamos a sufrir con un producto fortísimo como ''Tu cara me suena'' estamos satisfechos con el resultado de la segunda y la tercera, «no es fácil una media del 18,9 de cuota de pantalla». La anterior edición casi llega al 21.

También hay que tener en cuenta, como apunta De la Torre, un cambio en los hábitos de los consumidores de la televisión. «Los espectadores tienen una oferta de ''realities'' más amplia y diversa». Como ejemplo pone el subgénero de los «docu-realities» o de realidad que toma la apariencia de documental, como «Pesadilla en la cocina» o «¿Quién quiere casarse con mi hijo?», «que se están convirtiendo en una revelación a tener en cuenta para el futuro».