Detenido un preso peligroso fugado del Psiquiátrico de Parayas (Cantabria) en febrero

La Policía Local ha detenido en Santoña al preso peligroso que se fugó el pasado mes de febrero del Centro Psiquiátrico de Parayas, donde estaba ingresado por padecer un trastorno de personalidad de tipo paranoide. De 31 años y nacido en Santa Cruz de Tenerife, cumplía condena en la prisión de El Dueso (Santoña) por un delito de violencia de género. El hombre, D.R.R., que se encontraba fugado desde el pasado 13 de febrero, ha sido detenido anoche, poco antes de las 00.00 horas, cuando se encontraba en las afueras de Santoña, cerca del Monte Buciero. Según ha informado la Guardia Civil, responsable de su búsqueda, tras su detención el acusado ha sido trasladado a las dependencias de la Benemérita de Santoña, donde se encuentra, a expensas de lo que decida el juez.

Agentes de la Policía Local que patrullaban anoche por las inmediaciones del Monte Buciero observaron que a un hombre que, a su paso, se ocultaba la cara con una gorra, por lo que procedieron a su identificación, resultando ser el preso fugado desde hace casi tres meses. Al parecer, D.R.R. estaba pernoctando en una caseta abandonada que se encuentra en las proximidades del lugar donde fue localizado y que, tanto la Guardia Civil como la Policía Local habían revisado en diferentes ocasiones tras la fuga del centro psiquiátrico, de lo que deducen que llevaba allí poco tiempo.

Investigación

Desde su fuga el 13 de febrero, la Guardia Civil puso en marcha una "intensa investigación"centrada principalmente en las localidades cántabras de Santoña y Camargo, pues constaban vinculaciones del acusado con personas residentes en ambas. Desde la difusión de su imagen, los agentes recibieron múltiples llamadas que decían haberle visto en Cantabria y fuera de la región, aunque el resultado fue negativo tras las correspondientes comprobaciones. Además, la Guardia Civil estaba en coordinación tanto con la Policía Nacional como con el resto de las policías locales de Cantabria para intentar localizar al fugado, sobre el que había un señalamiento a nivel nacional para su detención.

El hombre, de 1,90 metros de altura, principal rasgo que se manejaba en su búsqueda, cumplía condena por un delito de violencia de género en la prisión de El Dueso, pero los servicios médicos aconsejaron en enero su traslado al centro psiquiátrico de Parayas porque sufría un "trastorno de personalidad de tipo paranoide". El Juzgado de lo Penal número 5 de Santander ordenó el traslado del preso para cumplir la medida de seguridad que le había impuesto el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción n1 de Santoña, que le condenó por un delito de amenazas leves y otro de maltrato físico a seis meses y veinte días de prisión y a una medida de seguridad de 16 meses de internamiento "en centro adecuado para el tipo de anomalía psíquica que padece, esto es, en el centro terapéutico de internamiento que corresponda".

La titular del Juzgado de lo Penal n5 -órgano encargado de la ejecución de la condena- adoptó esa decisión a raíz del informe elaborado por el Servicio de Sanidad de El Dueso, en el que se decía que "dadas las características psicopatológicas del recluso en la actualidad, el centro público adecuado para cumplimiento de la medida de seguridad es el Centro de Rehabilitación Psiquiátrica de Parayas". Posteriormente, al recibir el informe de Parayas en el que se desaconsejaba su estancia en ese centro, el Juzgado solicitó informe al Ministerio Fiscal, quien propuso que fuera la administración sanitaria la que indicara en qué centro debía ingresar el enfermo.

Así, el pasado 10 de febrero, el Juzgado remitió un oficio a la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales en el que se pide que informe acerca de qué centro es el más adecuado para esta persona, dada la patología que sufre. Desde la Consejería se explicó que hasta el 18 de febrero no había recibido el citado oficio del juzgado y que ese mismo día respondió recomendando como lugar adecuado para el preso el centro psiquiátrico penitenciario de Fontcalent, en Alicante.