Barcelona

Las familias deben tener ingresos mínimos garantizados para lograr el éxito escolar

Si Cataluña quiere implantar un modelo de éxito escolar se ha de garantizar que las familias tengan unos ingresos mínimos que cubran las necesidades cotidianas y no deba ser la escuela la que se preocupe porque los alumnos vayan correctamente alimentados o vestidos. Así lo ha considerado hoy Xavier Riudor, director técnico del Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña (CTESC), organismo que asesora al gobierno catalán, en una jornada de reflexión sobre "El éxito escolar en el duro contexto de la crisis socioeconómica", organizada por Tribuna Fedaia.

La cobertura de estos ingresos mínimos "es un elemento fundamental para hacer de la equidad uno de los elementos claves de nuestro sistema educativo", ha sostenido. A juicio de este experto, si Cataluña fuese capaz de garantizar un nivel de sostenibilidad económica suficiente a las familias y si el sistema educativo aplicara recursos y metodologías para dar las mismas oportunidades a todos los alumnos, se conseguiría tener una base sólida para potenciar un modelo educativo de calidad.

Riudor ha indicado que, a pesar de los recortes en los presupuestos de Educación en los últimos cuatro años, los datos de las pruebas PISA constatan que el sistema educativo catalán consigue preparar a los alumnos en competencias lectoras, científicas y matemáticas mejor o de manera similar a países como Suecia, Islandia, Estados Unidos, Luxemburgo, Noruega o Italia. "Pero no podemos olvidar -ha añadido- que estamos hablando de la educación de las personas, hecho que va mucho más allá de lo que miden las pruebas PISA, como es el proceso de construcción básica de la personalidad humana, su capacidad de socialización, la gestión emocional y el compromiso social y ético, entre otros elementos primordiales en cualquier proceso educativo".

El ránking de PISA, ha indicado el director técnico del CTESC, lo lideran varios países asiáticos que han apostado por instalar un afán competitivo en sus aulas que tiene efectos negativos en la socialización de los alumnos y en su desarrollo humano, como ha sostenido ya en diversos foros el sociólogo Xu Anqi, a quien ha citado Riudor. Para mejorar el sistema educativo, hay que "flexibilizarlo, adaptarlo", ofreciendo orientación, acompañamiento, atención personalizada y seguimiento, ha indicado, porque "ya no tiene sentido un sistema en el que todos los alumnos han de estudiar exactamente lo mismo y de la misma manera", ha considerado el experto catalán.

Ha puesto como ejemplo de esta flexibilidad el hecho de que en España sólo un 10 % de los alumnos asiste a centros en los que el director afirma que los profesores más experimentados asisten como observadores en las aulas, mientras que en la OCDE este porcentaje se eleva al 69 %. "La imagen del profesor solitario abriendo su propio camino dentro del aula ante una treintena o más de jóvenes es un modelo de futuro insostenible", ha afirmado Riudor.

La imagen de las escuelas y sus aulas también debería preocupar, en opinión de este experto, que ha hecho un símil arquitectónico y las ha comparado a iglesias románicas, con muros muy gruesos, enormes columnas y muy pocas entradas de luz. "En el actual contexto de ajustes económicos no pido que se derriben las viejas escuelas o que se hagan grandes reformas", pero sí que se conviertan en "espacios más amables, confortables, cálidos"y, sobre todo, que se entienda que la clase "no es un espacio cerrado, también está en la calle, el patio o el parque", ha argumentado, para hacer más atractivo el aprendizaje y mejorar la concentración de los alumnos.