El juez abre hoy la caja negra, que no registra conversaciones

La apertura de la caja negra del tren Alvia que descarriló el pasado miércoles en Santiago de Compostela se llevará a cabo hoy en los juzgados de esta capital para comenzar a analizar su contenido. Según informaron a Efe fuentes de la investigación, está previsto que sea hoy cuando el juez Luis Aláez supervise la apertura de estos sistemas, en los que se registra numerosa información sobre la circulación del convoy. La información se registra en unos discos duros que los investigadores volcarán en ordenadores para desentrañar más tarde su contenido. El tren iba provisto de una caja negro modelo Teloc 3000, que forma parte de una nueva generación de tecnología que cumple con los requisitos más exigentes, pero tiene unas especificidades muy especiales. Se puede utilizar en el transporte ferroviario, así como en otros transportes públicos. El Teloc 3000 registra la velocidad, la distancia y el tiempo de la locomotora, así como otros parámetros demandados por el cliente, como el voltaje, presión de frenos, silbato, dirección de movimiento o activación de freno. Sin embargo, este tipo de cajas negras no graba ni conversaciones ni imágenes, lo que sería de vital importancia para los investigadores. La caja negra se encuentra bajo custodia de la Policía Judicial en la comisaría de Santiago de Compostela desde que fue recuperada del lugar del accidente la madrugada del jueves. Ni el juzgado encargado

de la investigación ni la Policía Nacional han confirmado oficialmente cuándo se abrirán las cajas ni quiénes estarán presentes. Sin embargo, se prevé que el director de Seguridad de Circulación de Renfe se encuentre presente. Desde el día después del accidente, la Policía científica ha realizado tareas periciales. Así, durante las últimas horas, ha grabado el recorrido del Alvia entre las estaciones de Orense y Santiago, que fue el trayecto que completó el maquinista al frente del tren siniestrado. De esta manera, podrán cotejar los datos de la caja negra del convoy con los resultados de sus pesquisas.

Como explica Manuel Rodríguez, secretario de seguridad e información del Sindicato Español de Maquinistas (Semaf), el programa informático del que se extraen los datos es, «en principio, inviolable». Después, «se cuenta con un lector capaz de traducirlo, algo que sólo pueden llevar a cabo los técnicos de Adif y Renfe pertenecientes a la sección de seguridad».

Normalmente, la caja negra «se encuentra en los coches motores, cerca de la cabina de conducción. En casos de accidente, se extrae el aparato, la Policía lo entrega al juzgado, y es el juez quien tiene que citar a los técnicos correspondientes».