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Los 15 minutos que esconde el móvil de Diana

Los agentes se centrarán en la placa base del dispositivo, donde pueden encontrar la información almacenada desde que se conectó al poste hasta que dejó de emitir.

Una vecina señala el punto en el que fue encontrado el terminal telefónico de Diana Quer
Una vecina señala el punto en el que fue encontrado el terminal telefónico de Diana Querlarazon

Los agentes se centrarán en la placa base del dispositivo, donde pueden encontrar la información almacenada desde que se conectó al poste hasta que dejó de emitir.

El laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil inició ayer el secado de las distintas piezas del teléfono móvil de Diana Quer, que fue encontrado el jueves por un mariscador debajo del Viaducto de la Ría de Arousa, en la autovía AG-11. Según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación, a pesar de ser importantes todas las piezas, la que centra la atención de los agentes es la placa base, en la que están los datos que se hayan podido almacenar durante los 15 minutos que transcurren desde que el aparato se conecta a uno de los postes de A Pobra do Caramiñal, en cuyas fiestas estaba la joven, hasta que deja de emitir, en la zona donde ahora ha sido encontrado.

Los investigadores se enfrentan a un trabajo complicado, ya que el teléfono ha permanecido mucho tiempo sumergido en el mar, pero aun así confían en poder recuperar la información. Los datos, por el escaso tiempo del trayecto que realizó, no deben ser muchos, aunque puede que alguno de ellos sea determinante para las pesquisas.

La mayor parte del contenido del móvil ya fue recuperado por la Guardia Civil cuando, con autorización judicial, duplicó la tarjeta SIM y accedió al contenido disponible. Tal y como adelantó este periódico, muchas de las funciones del iPhone habían sido deshabilitadas, se supone que por la propia Diana Quer.

En el caso de que el secado de las piezas diera resultados positivos, la Guardia Civil se enfrentaría a un nuevo problema: el del pin para poner en funcionamiento el aparato, que, lógicamente, conocía Diana (a no ser que se lo hubiera comunicado a sus padres o a su hermana).

La política de Apple es la de no facilitar este dato a las Fuerzas de Seguridad. En Estados Unidos, el FBI tuvo que pagar más de un millón de dólares a un grupo de «hackers» profesionales –después de un largo litigio legal y de que Apple se negase a prestar su ayuda– para poder acceder al móvil del terrorista yihadista Rizwan Farook, responsable junto a su esposa, Tashfeen Malik, de la muerte de 14 personas el pasado diciembre en San Bernardino (California).

Gracias a este grupo y el dinero gastado, el FBI pudo superar el código personal de cuatro dígitos sin activar un mecanismo de seguridad usado por Apple que hubiese eliminado todo el contenido en caso de introducir códigos incorrectos en más de diez ocasiones.

Este asunto se mueve todavía en el plano de lo futurible, pero, según los investigadores, debe ser tenido en cuenta por si se da el caso de que el móvil se puede poner en funcionamiento y el fabricante mantiene, como se supone, la misma política de privacidad. Por lo que respecta al hecho de que el iPhone fuera lanzado al agua, se contemplan las dos hipótesis: que fuera Diana en un acto de desesperación o, a la que se da más credibilidad, que fueran el individuo o individuos que la conducían en contra de su voluntad.

Teniendo en cuenta que este dispositivo constituye la primera pista material en torno al caso de Diana tras más de dos meses, la familia de la joven ha recibido con esperanza la noticia. Pedro Víctor de Bernardo, abogado de la madre, Diana López-Pinel, afirmó ayer que «la tarjeta SIM original» del terminal revelará datos de conversaciones, mensajes, fotografías o incluso huellas, a pesar de permanecer dos meses entre agua y fango. «No es lo mismo la SIM duplicada que tenerla físicamente. No me cabe ninguna duda de que se obtendrán respuestas a aspectos que hasta ahora eran incógnitas», apuntó el letrado. En una breve declaración a los medios, López-Pinel se refirió al hallazgo como una «buena noticia» y, ya en el programa «Espejo Público», declaró que este descubrimiento «forma parte de lo que yo pensaba, de alguna forma confirma una de mis teorías, lo que para mí es muy positivo». De Bernardo profundizó en este sentido y aseguró que «lo ha recibido como una noticia magnífica, está muy esperanzada», insistió.

Diana López-Pinel y su hija menor, Valeria, se desplazaron recientemente a la localidad de A Pobra. Con todo, y según confirmó su abogado ayer, se trataba de un viaje programado con anterioridad al hallazgo del teléfono móvil, con el único fin de recoger algunas pertenencias de su casa, donde la familia pasa habitualmente sus vacaciones.