El ocio, una ventana abierta al mundo para personas con TEA

La Caixa impulsa, en colaboración con Aspanaes, un programa de actividades lúdicas accesibles.

Las personas que sufren autismo tienen pocas posibilidades y opciones de participar en programas de ocio, lo cual supone tanto un perjuicio para ellas mismas como para sus familiares. Hay que tener en cuenta que el ocio «supone tener momentos de disfrute, de desconexión, de práctica de actividades lúdicas y, además y no menos importante, es una forma de promover la integración social». El ocio es, en definitiva, «una parte esencial en la vida de todas las personas y al que todos sin excepción tienen derecho», señala María Teresa Tiemblo, directora gerente de las Asociación de Padres de Personas con Trastorno del Espectro Autista de La Coruña (Aspanaes). Tiemblo hace especial hincapié en la necesidad de poner en marcha un tipo de ocio inclusivo y adaptado a personas con autismo, que también «permita a los familiares disfrutar de un respiro». Por todo ello, la asociación decidió poner en marcha el programa «Agenda de ocio La Caixa: impulsando el ocio inclusivo y accesible para personas con autismo», el cual está dirigido a personas de entre 4 y 50 años que sufren este trastorno, secuenciados en función de la edad y su procedencia dentro de la provincia.

«Es un programa fundamental por dos motivos principales: por un lado, ofrece ocio inclusivo adaptado a las personas con autismo, con actividades pensadas para que ellos las puedan realizar y en instalaciones accesibles; por otro lado, supone un respiro para las familias», señada la gerente de Aspanaes. Es sabido que toda enfermedad o trastorno grave y crónico, provoca un impacto importante en las personas más cercanas al sujeto afectado. Por este motivo, las familias de personas que presentan un transtorno del espectro autista (transtorno del neurodesarrollo crónico y con frecuencia severo) suelen sufrir consecuencias, derivadas de la convivencia con su hijo. La más frecuente, la presencia de un estrés continuado por la continua atención que requieren estas personas.

En este contexto, el programa, que recibe el apoyo de la Fundación Bancaria la Caixa, se estructura en tres líneas de trabajo: la del campamento de verano, que se desarrolla de lunes a viernes en los meses de julio y agosto, y se organiza en grupos de ocho personas; la de escapada de Semana Santa, que consiste en una salida con pernoctación de lunes a miércoles, en la que pueden participar hasta 16 personas con autismo divididas en dos grupos según la edad; y las escapadas de fin de semana –460 a lo largo del año–, que se organizan en grupos de hasta cinco personas. Durante todas estas actividades, las personas que participan en el programa están perfectamente cuidadas y atendidas, ya que éstas se llevan a cabo con un cuidador, que es un profesional de Aspanaes, preparado y formado en la materia, y que conoce perfectamente a sus tutelados y sabe cómo llevar a cabo la intervención.

A día de hoy, el programa, que ha podido mejorar su servicio y atención así como la cantidad y calidad de las actividades gracias a la colaboración de la Fundación Bancaria la Caixa, atiende a 70 personas y organiza anualmente en torno a 683 estancias.