Cáncer
El perro que diagnostica cáncer con su olfato
A partir de muestras de aire exhalado, Blat es capaz de diferenciar en un 98% de los casos que un paciente presenta esta enfermedad
A partir de muestras de aire exhalado, Blat es capaz de diferenciar en un 98% de los casos que un paciente presenta esta enfermedad
Una simple muestra de aire exhalado es lo que le basta a Blat para detectar el cáncer de pulmón en personas. Este inteligente can comparte su vida desde hace tres años y medio con Ingrid Ramón, educadora canina, especialista en perros de asistencia y detección y dueña de Blat, una mezcla entre Labrador y American Staffordshire que fue adoptado por Ingrid cuando su anterior familia buscaba un hogar para él.
Blat colabora actualmente con el Hospital Clínic de Barcelona en un estudio para detectar de forma precoz el cáncer de pulmón en personas, y por ahora, los resultados son bastante positivos. «El objetivo de este proyecto es que el perro aprenda a discernir entre nódulos pulmonares benígnos o malígnos», cuenta a LA RAZÓN Laureano Molins, cirujano torácico del Hospital Clínic de Barcelona.
Para Ingrid, el desarrollo de este proyecto supone un gran reto. A través del adiestramiento de Blat, un can interactivo e inteligente, pretende acercar estas técnicas a la sanidad española.
El cáncer de pulmón es uno de los más mortíferos por su dificultad para ser operado, «tan sólo el 30% de ellos se pueden operar, ya que cuando se diagnostican están en una fase muy avanzada», comenta Molins. El pasado año este tipo de cáncer dejaba 25.000 casos en nuestro país, de los cuales el 75% de los pacientes eran diagnosticados cuando el tumor ya se había extendido fuera de los pulmones.
El propósito de este proyecto, que comenzó hace tres años, es desarrollar un test de diagnóstico que se pueda emplear de forma rutinaria en cada hospital. El diagnóstico precoz de cáncer de pulmón es clave para mejorar el pronóstico de los pacientes. «Nuestro fin es acabar empleando estas técnicas en la medicina habitual, creando una nariz electrónica que haga la misma función que Blat», asegura Molins.
Para llevar a cabo este estudio, Blat ha sido adiestrado a través de técnicas especiales llamadas «adiestramiento en positivo». Primero se extraen muestras de aire exhalado de pacientes que presentan la enfermedad y de personas que se encuentran sanas. Cuando Blat olía una muestra procedente de un paciente con cáncer de pulmón, recibía comida como recompensa. Además, el perro aprendió con esta técnica que para recibir ese premio debía permanecer sentado.
De este modo, en el futuro sabrían que si el perro se sentaba es porque habría olido una muestra de aire de una persona que presenta la enfermedad. «De lo que se encarga este entrenamiento es de enseñar al perro mediante la entrega de premios. A través de repeticiones, el perro memoriza poco a poco. Para él no supone un trabajo forzoso, ya que con la entrega de premios lo interpreta como un juego más. Además, lo encuentra bastante divertido», comenta Ingrid Ramón.
En el proyecto se han realizado 780 pruebas, de las cuales Blat ha acertado en 770 ocasiones, por lo que su fiabilidad es del 98%. En los nódulos cancerígenos puede haber hasta 3.000 compuestos orgánicos volátiles. Este entrenamiento, emplea el uso de los olores para que Blat los memorice y sepa distinguirlos. De esta forma, cuando el astuto can identifica volátiles de cáncer reacciona sentándose. «Ha aprendido a crear una asociación positiva con este olor, como le premio por ello, aumenta su interés y su búsqueda se hace más intensa», cuenta la entrenadora canina.
Varios clientes de Ingrid que sufren o han sufrido este tipo de enfermedad, ven esta iniciativa como un gran avance. «Hay que tener en cuenta que es un tipo de tumor de los más mortíferos. Su detección surge en una fase muy avanzada, por eso los pacientes están encantados con la iniciativa, por la importancia de detectar a tiempo este tipo de enfermedad», asegura Ingrid.
Por las características de su raza, Blat supone un can perfecto para este estudio. «Es un tipo de perro con aptitudes brillantes», asegura su entrenadora. Blat tiene una gran capacidad de olfato, eso hace que el proceso se pueda hacer mucho más rápido. Pero, para desarrollar este tipo de proyectos no sólo se requiere un gran sentido del olfato, sino también ser muy activo. «El perro tiene un nivel de energía muy alto, además le gusta aprender cosas nuevas», asegura orgullosa su dueña. «Lógicamente no se puede generalizar, pero los resultados de Blat son bastante positivos», asegura el cirujano.
Lo que se busca con este experimento es saber qué volátiles exactos vienen del cáncer. A través de la impronta del olor es fácil de detectar por los perros, ya que «este tipo de animales presentan un sentido del olfato muy desarrollado», comenta la entrenadora del can.
Blat es el primer perro español que ha conseguido detectar cáncer de pulmón en personas. Los resultados de este estudio son prometedores pero preliminares. «No será posible tener un perro en cada centro sanitario, pero esto nos va a permitir conocer los componentes del cáncer de pulmón», concluye el cirujano Molins.
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