Videos

Greenpeace aclara su postura sobre los transgénicos

La ONG ha respondido así a las acusaciones de la carta publicada por 109 premios Nobel en la que los acusan de crímenes contra la humanidad

La organización ecologista Greenpeace asegura que los organismos genéticamente modificados "no son la solución al hambre en el mundo"

En un comunicado, la ONG ha aclarado que el hambre en el mundo es una situación compleja relacionada con guerras, migraciones y conflictos que no se soluciona con el cultivo de transgénicos. Además, ha añadido que hay alimento suficiente para "todas las personas"y aclara que no está en contra de este tipo de productos dependiendo de las condiciones en las que se cultiven.

Greenpeace cita la última evaluación científica de Naciones Unidas sobre Ciencia Agrícola y Tecnología para el Desarrollo, llevada a cabo por más de 400 científicos de todo el mundo, que hace un balance de la situación actual en la agricultura mundial y concluye que la agricultura ecológica permite aliviar la pobreza y mejorar la seguridad alimentaria. Según Greenpeace, este mismo informe cuestiona la agricultura con transgénicos por sus implicaciones sociales y ambientales y la descarta definitivamente como solución única al hambre.

En cuanto al polémico arroz dorado, la ONG afirma que no existe y que no está disponible porque se trata de un proyecto "fallido"que después de 20 años sigue en la fase de investigación y en el que se han invertido cientos de millones de dólares. A su juicio, los Premio Nobel están defendiendo un "arroz que no existe"y que no se ha demostrado viable en 20 años de investigación como solución al hambre en el mundo. Por otra parte, añade que todavía está por demostrar si este arroz modificado genéticamente puede mejorar el nivel nutricional de las personas con deficiencia de vitamina A.

No está en contra

Ante las acusaciones, Greenpeace asegura que "no está en contra de la biotecnología"ni la investigación ni el uso de transgénicos "siempre y cuando se haga en ambientes confinados y sin interacción con el medio ambiente". Por ello, han dicho, no se oponen a las aplicaciones médicas de los transgénicos, como puede ser, por ejemplo, la producción de insulina a partir de bacterias transgénicas.

Sin embargo, insiste en su oposición a la liberación de transgénicos, incluyendo animales, plantas y microorganismos, al medio ambiente porque son organismos vivos que pueden reproducirse, cruzarse y provocar daños irreversibles en la biodiversidad y los ecosistemas. Igualmente pone en duda la seguridad a largo plazo de los alimentos transgénicos para los humanos y los animales. Los posibles riesgos siguen sin conocerse con seguridad y no existe un consenso científico sobre su fiabilidad, por lo que insta a aplicar el "principio de precaución".

"La ingeniería genética sigue siendo una tecnología sobre la cual se desconocen los efectos a largo plazo para la salud humana y puede desencadenar efectos no deseados e irreversibles en el medio ambiente. Tenemos razones de sobra para seguir oponiéndonos y para seguir defendiendo la agricultura ecológica, la única solución de futuro", subraya la ONG.

Críticas recibidas

En cuanto a las críticas sobre crímenes contra la humanidad, defiende que la carta de los Premios Nobel no señala que Greenpeace esté cometiendo crímenes contra la humanidad, sino que añade en su carta el siguiente párrafo: "¿Cuántas personas pobres deben morir en el mundo antes de que consideremos esto un crimen contra la humanidad?".

Respecto a esta "campaña"global, lamenta que quien la ha movido quiere aprovecharse del "desprestigio"de la ONG en el mundo "para amplificar su mensaje". "Se podía haber elegido a alguno de los gobiernos que han prohibido el uso de transgénicos, pero en vez de eso, se ha elegido a Greenpeace como principal sujeto del ataque por su repercusión mediática", ha apostillado. Además, frente a la misiva de los laureados Nobel, ha añadido que también hay una declaración firmada por 300 científicos que avalan que no hay consenso científico sobre la seguridad de los transgénicos.

Por último, apunta que Greenpeace intentó ayer estar presente en la rueda de prensa que los nobeles hicieron a este caso y fue negada su entrada. De hecho, pone nombre a quien impidió a la ONG entrar a la rueda de prensa: Jay Byrne, ex trabajador de Monsanto.