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La Policía recibió llamadas que alertaban de los malos tratos

Puerta de acceso a la vivienda de Castelldefels (Barcelona) donde ayer fueron hallados los cadáveres de una pareja y sus dos hijos
Puerta de acceso a la vivienda de Castelldefels (Barcelona) donde ayer fueron hallados los cadáveres de una pareja y sus dos hijoslarazon

Seis días después del trágico suceso de Pontevedra, en el que un hombre presuntamente mató a sus dos hijas, se repitió un suceso igualmente trágico, en esta ocasión en Castelldefels (Barcelona). Fueron cuatro muertos en total, incluyendo al homicida, que se quitó la vida después del baño de sangre.

El trágico suceso trascendió sobre la medianoche del miércoles. Fue entonces cuando se supo que un hombre de 61 años, y de nacionalidad española pero de origen uruguayo, había matado a su pareja, de 45 años, y a los dos hijos menores de ambos, un niño de doce años y una niña de siete. Fue con un arma de fuego, y, posteriormente se quitó la vida. Vivían en una urbanización en Castelldefels, en el barrio de La Pineda, a pocos metros del mar.

La polémica vino sobre si había denuncias previas por malos tratos o no por parte de su pareja. Según fuentes cercanas al caso, tanto los Mossos d’Esquadra como la Policía Local acudieron varias veces alertados por los vecinos, debido a las escandalosas peleas que protagonizaba la pareja. Otras fuentes señalan que fue la propia mujer quien llamó a los agentes para alertarles de la situación. En todo caso, no se abrió ningún procedimiento ni denuncia.

No obstante, diversos vecinos aseguraron que la pareja discutía a menudo, con gritos, unas disputas muy acaloradas, que a menudo colmaban la paciencia de las personas que vivían a su alrededor. Precisamente, una vecina de esta familia dijo ayer que el matrimonio tenía peleas constantes, y que se «oían gritos e insultos», por lo que presentó varias denuncias ante la Policía autonómica.

Esta vecina, Josefina García, explicó que en el momento del suceso no oyó ningún grito procedente de la casa donde residía la familia, ni tampoco escuchó ruido de armas, en alusión a los disparos supuestamente efectuados por el hombre. No presenció ninguna de las peleas, pero sí que las escuchaba a menudo. No fue la única vecina que confirmó estas informaciones. Los vecinos tampoco vieron que los pequeños sufrieran malos tratos por parte de su progenitor, pero sí que pudieron oír sus llantos.

Una vez conocido el trágico suceso, los Mossos iniciaron la pertinente investigación. Tras confirmar que se utilizó un arma de fuego, falta por saber el móvil exacto del múltiple crimen. Todo señala a la difícil relación que existía entre la pareja, por lo que nos hallaríamos ante un nuevo caso de violencia de género y también doméstica.

Lo cierto es que podrían haberse producido más víctimas. Y es que una hija del homicida, fruto de una anterior relación con su primera mujer, no se encontraba aquella noche en la casa. Fue la que avisó a los Mossos tras descubrir los cadáveres cuando acudió a la vivienda. En la llamada a la Policía, la mujer contó que había cuatro personas muertas en la vivienda, por lo que los agentes se dirigieron de inmediato al lugar. Tampoco se encontraba un hijo de la menor, que estaba fuera de la localidad.

Según las fuentes consultadas, cuando los agentes llegaron a la vivienda, encontraron los cadáveres de los dos hermanos en sus habitaciones, el de la mujer en la cama y el del supuesto homicida, en el sofá del comedor.

Todo el asunto está bajo secreto de sumario, pero parece un caso cerrado. Parece ser que todo se debe al malestar entre la pareja, un hecho confirmado por varios vecinos, y que la Policía también sabe. La conmoción fue muy importante en la población y la consternación era total. El juez que investiga el caso está pendiente de la autopsia. Y es que todavía hay que determinar si los crímenes se produjeron la noche del miércoles o la del martes.

Según el relato de los vecinos, se trataba de una familia de un nivel económico alto. Ricardo F., el presunto homicida, se dedicaba a la compraventa de coches de lujo. En cuanto a su mujer, de nombre Maryna, acudía a diario a un gimnasio exclusivo de la localidad vecina de Gavà.

El Ayuntamiento de Castelldefels convocó ayer un pleno extraordinario en el que acordó suspender los actos institucionales y las actividades lúdicas durante los tres días de luto decretados a raíz del crimen. Representantes del Consistorio y varios vecinos se congregaron al mediodía en la plaza del Ayuntamiento para condenar el crimen en un sentido minuto de silencio. «La tristeza ha invadido el corazón de los ciudadanos a raíz de los hechos ocurridos», aseguró la alcaldesa, Candela López.

Por su parte, la Generalitat condenó de forma enérgica el homicidio, y expresó su pésame a la familia de las víctimas. La presidenta del Instituto Catalán de la Mujer, Montse Gatell, reiteró el compromiso de la Generalitat en continuar avanzando en la lucha contra la violencia machista.

El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Alfonso Alonso, animó a la sociedad a denunciar las agresiones de violencia de género, en un mensaje en su cuenta personal de Twitter tras conocerse este suceso. En el mensaje, Alonso destacó que el «el 77 por ciento de las víctimas rehacen su vida», y recordó con la etiqueta “#HaySalida la campaña del Gobierno para luchar contra la violencia de género.