Líbano
La verdadera historia de Marwan, el niño sirio que cruzó la frontera con Jordania
La imagen de Marwan, de cuatro años, cruzando la fronteras siria con Jordania ha dado la vuelta al mundo. Sin embargo, un error de comunicación de ACNUR confundió a los medios de comunicación. La imagen fue tomada el pasado domingo y, según comentó ACNUR en su cuenta de Twitter, Marwan cruzaba la frontera solo cuando fue atendido por varios miembros de la organización. Para rectificar el error, Andrew Harper, responsable de ACNUR en Jordania, aclaró en su Twitter que "la verdadera historia de Marwan es que estuvo temporalmente apartado de su familia en el caos de la masa de refugiados que cruzan a Jordania". "Está separado. No está solo", añade. Según la organización de la ONU, el pequeño logró finalmente reunirse con su familia en un campamento de refugiados sirios en Jordania.
En esta ocasión, el niño ho ha cruzado solo la frontera, algo que según ACNUR hacen 3.700 menores cada año. Los niños representan ya, según la ONU, más de la mitad de los refugiados sirios y muchos de ellos se enfrentan a graves peligros a pesar de haber escapado de la zona de guerra. Alrededor de 70.000 viven en la actualidad sin sus padres y más de 300.000 viven en campamentos de refugiados de Jordania y Líbano.
El conflicto, que dura ya 32 meses, está dejando profundas secuelas físicas y psicológicas. ACNUR recuerda que en el Líbano, durante seis primeros meses del año, 741 niños refugiados sirios fueron remitidos a hospitales para ser tratados de sus lesiones. En Jordania, en un año, más de 1.000 niños del campamento de Za'atari fueron atendidos por lesiones relacionadas con la guerra. Hay más de 1,1 millones de niños sirios refugiados y la mayoría viven en los países vecinos.
La mayoría de estos menores refugiados no van a la escuela. De hecho, más de la mitad de los menores sirios en edad escolar en Jordania no están escolarizados. En el Líbano, se calcula que unos 200.000 niños refugiados sirios en edad escolar podrían seguir sin escolarizar.
Otro síntoma preocupante de la crisis es la gran cantidad de bebés nacidos en el exilio que no tienen certificados de nacimiento, un documento esencial para evitar la apatridia. Un reciente estudio de ACNUR sobre el registro de nacimientos en el Líbano reveló que el 77 por ciento de los 781 niños refugiados incluidos en la muestra no contaban con un certificado de nacimiento oficial. Entre enero y mediados de octubre de 2013, sólo 68 certificados fueron emitidos a los bebés nacidos en el campamento de Za'atari, en Jordania.
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