Marbella

Las 150 sectas destructivas que operan en España

Un total de 150 sectas destructivas operan actualmente en España, de ellas más de la mitad están en la Costa del Sol, y afectan a unas 500.000 víctimas, según el psicólogo José Miguel Cuervas, vicepresidente de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico (Aiiap). Cuevas, en declaraciones a Efe, ha aclarado que este número está "por debajo de la realidad"ya que a diario proliferan nuevos grupos que son muy difíciles de controlar.

Respecto al elevado número existente en la Costa del Sol, el psicólogo ha manifestado que hay "zonas calientes"en nuestro país, además de la costa malagueña, como el Levante, las islas Canarias y las grandes capitales, que favorecen el desarrollo de estos grupos debido a la multiculturalidad de sus sociedades o al movimiento de capitales. Cuevas ha presentado hoy el Taller de Análisis Psicológico y Criminológico de Sectas Destructivas que se impartirá el próximo sábado, 6 de junio, en el Palacio de Congresos de Marbella y que va dirigido a profesionales y estudiantes del ámbito de la criminología, la psicología, la medicina forense, el derecho, las ciencias sociales y jurídicas, fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, así como a víctimas de grupos sectarios o manipulativos.

El psicólogo ha advertido que, al contrario de lo que se piensa, "que estas sectas actúan de forma oculta y secreta", actualmente se publicitan de manera abierta y visible. "Hay muchos grupos que captan a sus víctimas utilizando como gancho cursos de cocina, de yoga, ofreciendo tratamientos novedosos para la curación de enfermedades, en universidades", ha señalado.

Ha añadido que habitualmente se identificaba a las sectas destructivas con temas religiosos o esotéricos, pero hoy en día proliferan las de corte político, terapéutico o cultural. Lo que identifica a una secta destructiva, según Cuevas, es la existencia de una jerarquía en el grupo, con la presencia de un gurú, el uso de técnicas de control de la mente, "lo que comúnmente conocemos como lavado de cerebro", y la pérdida de libertad de la víctima.

Lamenta el psicólogo que desde el punto de vista jurídico es complicado actuar contra estas sectas ya que se precisa de varias denuncias de víctimas, cuyos testimonios son "minados"por los seguidores de estos grupos. Cuevas ha comentado que las sentencias contra las sectas suelen ser por delitos secundarios como abusos sexuales, intrusismo profesional, y no por delitos por abuso psicológico.