Abusos a menores
Localizadas con vida las mujeres fotografiadas por el falso «shaolín»
46 días y tres prisiones diferentes. Este es el balance de la estancia del falso monje «shaolín», Juan Carlos Aguilar, en privación de libertad. La jueza del juzgado número 3 de Bilbao ordenó esta semana el levantamiento del secreto de sumario. En el expediente al que han tenido acceso las partes determina que por el momento no hay «ningún indicio» de que el acusado de asesinar a la colombiana Jenny Sofía Rebollo y a la nigeriana Ada Otuya haya acabado con la vida de más mujeres. Sin embargo, la Ertzaintza continúa revisando el material informático requisado para poder recabar mayor información. Aunque, como «Xuang» mantenía encriptadas las claves de acceso a su media docena de equipos informáticos, entre los que hay ordenadores, portátiles y tabletas, no han podido acceder aún a todo el material. De hecho, los investigadores han pedido de oficio poder entrevistarse con el acusado. Además, la Policía también incautó en el domicilio del «shaolín» y en el gimnasio Zen-4 cámaras fotográficas y de vídeo, tarjetas de memoria y demás utensilios de almacenamiento masivo de datos.
En el material requisado la Ertzaintza encontró centenares de imágenes con prostitutas de origen extranjero con las que se retrató en escenas sexuales violentas. La abogada de la Asociación Campoamor, Maite Iturrate, que ejercerá como acusación popular, aseguró que tras estudiar los 500 folios de sumario y visionar el material audiovisual, pedirán el resto de pruebas judiciales para determinar si el falso monje pudo «incurrir en otros delitos con las mujeres». Según detalló, en algunas fotos se pudo ver a Jenny Sofía Rebollo, asesinada y descuartizada presuntamente por el «shaolín», «que podría estar dormida, inconscientes o ya muerta». Además, la abogada se mostró segura de que Juan Carlos será condenado por asesinato.
La Ertzaintza, por su parte, tras revisar toda la documentación incautada, se ha puesto en contacto con todas las mujeres grabadas para comprobar que se encuentran bien. Así, la defensa de Aguilar ha pedido anular la testificación de dos posibles parejas por no habérsele ofrecido su derecho a guardar silencio. Pero la acusación puede pedir que se cite a declarar a esas mujeres y al resto de las que aparecen filmadas para comprobar «si las relaciones sexuales fueron consentidas o usó la violencia». Así como si eran conocedoras de que estaban siendo grabadas.
46 días después de que se conociera el caso, sus vecinos continúan viviendo «una pesadilla». «No queremos ni subir a su descansillo. Mirar para su ventana nos da pavor», comentaron. En este tiempo, «Xuang» ya ha estado en tres prisiones. Cinco días pasó en la cárcel bilbaína de Basauri, para luego ser instalado en un módulo especial de la prisión de Zaballa, en Álava. Y mientras desde Basauri justificaban el traslado para alejarle del foco mediático, fuentes consultadas por este diario comentan que «se había hecho el dueño de la prisión. Incluso se ganó a todos los presos». Un hecho que no sorprende en su vecindario, ya que «es un embaucador». Así, sus propios vecinos no creen que tuviera un tumor. «Había tenido un accidente, por eso se mareaba con frecuencia y tenía mala cara», destacaron. Esta semana Juan Carlos Aguilar ha sido trasladado a la prisión de Dueñas, en Palencia, según informó ayer El Correo.
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