Asturias

Los profesores de bable también quieren ser funcionarios

Asturias exige al Ejecutivo central que cree la especialidad docente de Lengua Asturiana, una medida sin precedentes. Educación creó una comisión mixta, pero el proceso se ha frenado al estar el Gobierno en funciones

Obras como «Don Quijote» y «El Principito» han sido traducidos al bable
Obras como «Don Quijote» y «El Principito» han sido traducidos al bablelarazon

Asturias exige al Ejecutivo central que cree la especialidad docente de Lengua Asturiana, una medida sin precedentes. Educación creó una comisión mixta, pero el proceso se ha frenado al estar el Gobierno en funciones.

El próximo 20 de junio hay oposiciones para Secundaria y Formación profesional en Asturias y los cerca de 300 profesores de Lengua asturiana y Literatura del Principado no pueden examinarse para optar a una plaza porque la materia no está reconocida como una especialidad docente por el Ministerio de Educación.

No pueden ser funcionarios, aunque hay algunos que llevan más de 15 años impartiendo la lengua asturleonesa en todas las etapas educativas, excepto en Infantil, donde su uso no está generalizado. Se trata de una reivindicación histórica que, de llevarse a cabo, supondría una novedad sin precedentes en España ya que sería la primera vez que se crea la especialidad docente de una lengua no cooficial con protección jurídica e implantación curricular.

La comunidad autónoma hace tiempo que lleva peleando por que el Ministerio de Educación conceda este reconocimiento a una lengua no oficial. El ex titular de esta cartera, José Ignacio Wert, ya rechazó esta reclamación que pretende igualar las condiciones del profesorado de esta materia con las del resto de asignaturas, pero obtuvo una negativa por respuesta. La última intentona ha sido reciente. Y tampoco con demasiado éxito. Asturias retomó su reivindicación con el nombramiento del actual ministro Íñigo Méndez de Vigo, que el 23 de enero pasado dio vía libre a la creación de una comisión de trabajo para elaborar un decreto autonómico que equiparase a este profesorado con el resto con la colaboración del Gobierno estatal. Después, el consejero de Educación y Cultura asturiano, Genaro Alonso, participó en la primera reunión de la comisión de trabajo con el Ministerio para iniciar la elaboración del decreto autonómico que supuestamente permitiría poner en marcha la especialidad. Llegó a hacer propuestas sobre cómo debería ser la normativa, según informó el Principado, aunque el Ministerio de Educación advirtió en todo momento de las dificultades que podrían existir para su reconocimiento estatal.

El último episodio del peregrinaje burocrático del bable en busca de un mayor reconocimiento para sus profesores ha caído en saco roto. El consejero asturiano fue cargado a Madrid con informes que justificaban la necesidad de resolver la situación actual, como un dictamen del Consejo Escolar del Estado, casos de profesorado en lenguas propias de otras comunidades y la normativa vigente en Asturias sobre el tratamiento educativo del asturiano y el gallego-asturiano, además de otros estudios. Sin embargo, el secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Marcial Marín, consideró «imposible» llevar a cabo esta petición por el momento político en el que nos encontramos, ahora en que precisamente «el Gobierno se encuentra en funciones». Esto ocasionó que el consejero asturiano (del PSOE) acusara al Ministerio de «deslealtad» por lo que consideraba un «cambio de postura» que «coincide con la del PP regional de torpedear el proceso de normalización».

Hasta ahora los profesores de «Lingua» cuentan con una habilitación o una acreditación para impartir clase. El asturiano no es una lengua oficial, aunque está reconocida en el artículo 4 del reglamento que desarrolla el estatuto de autonomía de esta comunidad autónoma sobre el uso y promoción del bable.

En Primaria, la asignatura se oferta de manera voluntaria en los centros educativos y se imparte durante una hora y media a la semana. La eligen más del 50 por ciento de los alumnos que acuden a escuelas públicas y su alternativa es Cultura Asturiana, una asignatura de nueva creación. En total, cursan la materia 17.600 alumnos.

En Secundaria, la implantación de esta materia es mucho menor porque es una optativa que compite con otras asignaturas, como Francés. Según los datos del Sindicato Unitario y Autónomo de los Trabajadores de la Enseñanza de Asturias (Suatea), en la ESO la elige el 15 por ciento de los estudiantes, mientras que en Bachillerato se reduce al 3 por ciento. El último año la eligieron la asignatura 2.852 alumnos. Durante todos estos cursos los estudiantes reciben formación en gramática, escritura, y se repasa la vida y obra de autores cuya creación literaria sea en su totalidad en bable. Así, Antón de Marirreguera, Teodoro Cuesta, Pepín de Pria, o Xosefa de Jovellanos figuran entre los autores estudiados por los niños asturianos, según explica Xosé Lluis Colodrón, portavoz de Suatea.

La situación para muchos de estos profesores encuentran el inconveniente, además, de que tienen poca carga lectiva y muchos trabajan sólo media jornada. En la escuela privada y concertada la asignatura cuenta con poca o nula implantación. Colodrón asegura que «al no estar reconocida la especialidad no se puede optar al concurso de traslado de centro, por ejemplo, lo que resulta un inconveniente para los profesores.

En la universidad asturiana existe formación específica para los estudiantes que luego quieren dedicarse a la enseñanza de esta lengua sin reconocimiento oficial. Así, es posible estudiar el grado de Filología y luego especializarse en Lengua Asturiana. Para aquellos que optan por cursar el grado de Magisterio, existe una especialidad también en esta lengua. Los más reacios en la comunidad educativa a dar vía libre a la petición del Principado consideran que crear la especialidad de asturiano sería tanto como allanar el camino para después implantar el bable como lengua vehicular en las escuelas y colocar a una lengua minoritaria a la misma altura que el catalán.

una lengua minoritaria frente al catalán

El asturiano o bable lo estudian tan sólo 17.600 alumnos de Eduación Primaria y 2.852 de Educación Secundaria. Sin embargo, en Cataluña y en el País Vasco, con normativas específicas en el ámbito educativo, el número de escolares que estudian sus lenguas es mucho más elevado. Un total de 468.626 alumnos de Primaria y 287.163 de Secundaria aprenden catalán en los colegios e institutos de Cataluña. En el País Vasco, son 121.581 los alumnos de Primaria y 74. 048 de Secundaria los que estudian completa o parcialmente euskera.