Miami

El apocalipsis climático según la ONU

«Migración» turística. El Mediterráneo dejará de ser un destino turístico por el exceso de calor
«Migración» turística. El Mediterráneo dejará de ser un destino turístico por el exceso de calorlarazon

Un «infierno» climático. Así se podría resumir el «pronóstico» elaborado por la Organización Meteorológica Mundial de Naciones Unidas para el 23 de septiembre de 2050. Ese día, dentro de 36 años, Japón superará los 35ºC por una ola de calor habitual en los últimos años al comienzo no del verano, sino del otoño. Islandia será irreconocible por su vegetación. Alaska será un lugal ideal para celebrar los juegos olímpicos de verano; el Mediterráneo dejará de ser un paraíso turístico y en Miami las inundaciones serán habituales. No se trata de un informe, sino de una campaña lanzada ayer por los meteorólogos de la ONU con el fin de mostrar las consecuencias irreversibles que tendría el aumento de temperatura de más de 2ºC si no se reducen entre un 40 y un 70% las emisiones de gases de efecto invernadero a mediados de este siglo. La iniciativa persigue también que los ojos del mundo se interesen por la cumbre de la ONU sobre cambio climático que arranca y concluye hoy en Nueva York y que pretende dar un impulso político a la negociación internacional. Una cumbre, antesala de la de Perú y la de diciembre de 2015 que habrá en París, que ya ha sido criticada por los grupos ecologistas ante la falta de un compromiso real por parte de los líderes mundiales en la lucha contra el cambio climático. Y es que lo cierto es que las emisiones globales de CO2 volverán a alcanzar este año una cifra récord. En concreto, las emisiones de los principales gases de efecto invernadero subieron un 2,3% en 2013 hasta alcanzar los 36.100 millones de toneladas, según el informe publicado en «Nature Geoscience». Este año, las emisiones de CO2 provenientes, sobre todo, del uso de los combustibles fósiles crecerán un 2,5%, según «Global Carbon Project».

Por ello, este vídeo hace énfasis en que hay que reducir la dependencia de los fósiles, apostar por las renovables y cambiar las pautas de comportamiento. Algo más fácil de decir que de hacer, y es que mientras una voces piden ser ambiciosos, otras piden realismo y cabeza con el fin de evitar que se repitan situaciones como las vividas en España, cuando el anterior Gobierno decidió apostar por esta lucha vía compra de derechos de emisión (770 millones nada menos) y aun así en enero de 2012 España estaba lejos de cumplir Kioto. Hoy la situación es bien distinta. Pero el cambio climático es un problema global. Dos datos positivos: en los seis primeros meses de 2014, el mundo instaló más de 17,5 GW eólicos de potencia, cuando en el primer semestre de 2013 instaló sólo 14, según la Asociación Mundial de la Energía Eólica. Por contra, en España se instalaron menos de 0,1 MW. Por otra parte, aunque las previsiones auguran que los incendios forestales por el cambio climático se van a duplicar antes de que acabe este siglo, un estudio publicado ayer por la CE, concluye que 2013 fue el cuarto mejor año en incendios en la UE desde 1999. Se quemó la mitad de hectáreas que en 2012 y un 34% de la superficie que de media se quema cada año en la UE.