Tribunal Supremo
La Fiscalía pide anular la sentencia del «Prestige» por no valorar todas las pruebas
La Fiscalía del Tribunal Supremo ha pedido este martes al alto tribunal que anule la "ilógica, errónea y arbitraria"sentencia sobre la catástrofe del 'Prestige' y ordene a la Audiencia Provincial de A Coruña que la repita teniendo en cuenta cinco documentos 'clave' que acreditan que el capitán Apostolos Mangouras conocía el mal estado del barco.
Durante la vista pública de revisión de los doce recursos presentados contra la resolución, el fiscal Luis Navajas ha reclamado una nueva resolución en la que se valoren estos papeles "básicos"que servirían para apuntalar la condena de Mangouras por delitos contra el medio ambiente y abrirían la puerta al pago de la responsabilidad civil, cifrada en 4.328 millones de euros, y que fueron obviados por el tribunal.
Navajas ha destacado uno de estos documentos, cuya autoría reconoció el capitán en la vista oral, y en el que éste asegura que había detectado en un mamparo interior del petrolero, entre los tanques dos y tres, "fisuras y corrosión". La nave se partió en dos provocando el vertido precisamente en ese punto, ha agregado.
También ha incidido en que el precedesor de Mangouras en el mando de la nave, el capitán Costazos, dimitió al considerar que el barco resultaba "ingobernable"y dejó reflejo por escrito de su criterio en el libro de navegación y en un fax remitido por el jefe de máquinas en el que se detallaban que varias piezas del motor fallaban y no contaba con repuestos para sustituirlas.
La Audiencia Provincial absolvió a los tres acusados -el capitán, el jefe de máquinas, Nikolaos Argyropoulos, y el exdirector general de la Marina Mercante José Luis López Sors- de los delitos contra el medio ambiente, daños en espacios naturales protegidos y daños provocados por el hundimiento del petrolero griego frente a la costa gallega, en noviembre de 2002.
La única condena fue para Mangouras, a nueve meses de prisión por un delito de desobediencia al no atender a las órdenes de las autoridades españolas respecto al remolque del buque.
Mangouras no era ajeno a los problemas
El fiscal ha criticado la omisión en la resolución recurrida a estas pruebas que -en su opinión- desmienten la teoría de que Mangouras era "ajeno"al estado del barco y que el desastre medioambiental se produjo por un fallo estructural por un mantenimiento deficiente que había pasado desapercibido.
La sentencia de la Audiencia Provincial cuenta -ha dicho- con un fundamento jurídico extensísimo y se permite, incluso, hacer anotaciones a pie de página sobre conceptos naúticos o reflejar los 40.000 golpes de mar que sufrió el casco de la nave antes de partirse pero "deja fuera el centro neurálgico de la prueba".
Navajas ha defendido, además, que una nueva resolución permitiría recuperar el prestigio del Estado español, cuya defensa de las costas quedó en entredicho.
Por su parte, las asociaciones 'Nunca Mais' y Arco Iris han reclamado también que se anule la absolución del exresponsable de la Marina Mercante por su papel en la gestión de la catástrofe que, según defienden, contribuyó a incrementar los daños provocados. El abogado de la agrupación de defensa del Medio Ambiente ha solicitado una sentencia "ejemplarizante"que evite que se repita lo sucedido. "Algo así no puede volver a repetirse", ha dicho.
La defensa de Mangouras ha precisado, por su parte, que la petición de anulación de la sentencia formulada por la Fiscalía le provoca indefensión y ha solicitado la absolución de su cliente del delito de desobediencia. Según ha expuesto ante la Sala, presidida por el magistrado Manuel Marchena, el capitán no se opuso a ejecutar la orden de proceder al remolque del navío sino que se limitó a pedir tiempo para comunicarse con sus armadores y entendió que se le autorizaba a ello.
Según ha asegurado, el plazo de dos horas y media que transcurrió hasta que ejecutó el mandato pudo deberse, según reconoce la sentencia de la Audiencia Provincial, al mal estado las comunicaciones lo que introduce una "duda razonable"que debería haberse valorar a favor del reo y no en su contra.
Desastre sin precedentes
El hundimiento del petrolero, en noviembre de 2002, provocó un vertido de más de 60.000 toneladas de fuel en la costa gallega y fue uno de los mayores siniestros marítimos conocidos en las costas españolas.
En concreto, fue el 13 de noviembre de 2002, sobre las 15.15 horas, cuando los servicios marítimos recibieron una llamada de socorro alertando de una vía de agua en el 'Prestige', un petrolero con 27 tripulantes que se encontraba navegando a unas 28 millas de Fisterra con 77.000 toneladas de fuel.
Desde esa fecha y, tras detectarse el primer vertido, se optó por alejar de la costa al barco, que estuvo escoltado por la Armada y al que se prohibió atracar en cualquier puerto español.
Finalmente, el 19 de noviembre de 2002, el 'Prestige' se partió en dos y se fue a pique, generando una de las mayores catástrofes marítimas, que tiñó de negro las costas de Galicia, pero también las del Cantábrico y Francia.
Junto a la marea negra, el siniestro -por el que el capitán llegó a pasar 83 días en prisión- provocó también una respuesta social sin precedentes con la llegada masiva de voluntarios a Galicia -más de 40.000, según organizaciones ecologistas- que se encargaron de recoger el fuel y que se sumaron al trabajo que los primeros días realizaron los pescadores con sus propios medios.
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