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La segunda juventud del lagarto gigante de La Gomera

La segunda juventud del lagarto gigante de La Gomera
La segunda juventud del lagarto gigante de La Gomeralarazon

Buenas noticias para una especie en peligro de extinción. Un total de 78 ejemplares de lagarto gigante –Gallotia bravoana, en homenaje al paleontólogo canario Telesforo Bravo– nacieron en el Centro de Recuperación del Lagarto Gigante de Valle Gran Rey, en la isla de La Gomera. Esta especie endémica de la isla se creía extinta hasta que en el año 1999 un vecino de Valle Gran Rey creyó haber visto uno, lo que movilizó a un grupo de investigadores que certificaron el feliz hallazgo. Los lagartos gigantes actuales no llegan a superar los 50 centímetros, aunque antes eran más grandes. Incluso se piensa, por los fósiles encontrados, que pudieron llegar a medir un metro. Son de cabeza robusta y color pardo-negrusco y se alimentan de vegetales fundamentalmente, aunque en ocasiones pueden consumir invertebrados o carroña.

Para conseguir el nacimiento de estos reptiles, un total de 16 hembras reproductoras pusieron entre dos y nueve huevos. El primero de los nacimientos tuvo lugar a finales del mes de agosto mientras que el último fue el pasado fin de semana, coincidiendo con las épocas en las que se produce la eclosión de los huevos, uno de los momentos más delicados y fundamentales del plan de recuperación que se da en la isla canaria.

Precisamente este año se cumple el 15 aniversario desde que se produjera el redescubrimiento de la especie en los acantilados de La Mérica por parte de un equipo de investigadores de la Universidad de La Laguna. Desde entonces se calcula que en el «Lagartario» han nacido un total de 450 especies de lagarto gigante. Con esta iniciativa se consigue la reproducción de un gran número de ejemplares de ese reptil, así como la posterior reintroducción en el medio natural, avanzando pues en el principal objetivo del centro de recuperación: conseguir que el lagarto gigante deje definitivamente de estar en peligro de extinción.

Durante los próximos meses, los 78 ejemplares recién nacidos permanecerán acondicionados en unos terrarios interiores especiales que contarán con una temperatura y luz controlada para garantizar el óptimo desarrollo de todos ellos. Una vez acabado el invierno, los lagartos gigantes serán trasladados al exterior con el fin de que se vayan acostumbrando a las condiciones naturales de temperatura e iluminación. Y es que en la actualidad son dos las poblaciones que existen: una en el nombrado centro de recuperación y otra en su hábitat natural, en el risco de La Mérica, ambos situados en el municipio de Valle Gran Rey.

En este proyecto de recuperación se incluye una serie de medidas cuya finalidad es la protección de la población, del hábitat del lagarto gigante, la búsqueda de diferentes poblaciones, crear otras nuevas, desarrollar la cría en cautividad y mejorar el conocimiento de las especies, así como la educación ambiental. Por su parte, una de las acciones más destacadas fue la cría en cautividad, ya que, debido a los cambios realizados, se consiguió optimizar de manera más efectiva la tasa de nacimientos. Y es que desde que se cambiara el protocolo de reproducción, se han conseguido obtener numerosos datos que sirven para comprender mejor la biología de esta especie. Debido a esto, se ha conseguido un considerable aumento en el número de nacimientos, de manera que en determinados momentos el «Lagartorio» ha llegado a contar con más de 300 ejemplares. Este hecho permitió que, a principios de este año, 136 fueran reintroducidos en el medio natural. A pesar de estos datos, cabe destacar que hace dos o tres mil años los lagartos gigantes abundaban en la mayoria del territorio de la isla de La Gomera. Atendiendo a fósiles que se hallaron, estos ejemplares prefirieron habitar zonas medias y bajas de la isla, donde las condiciones climáticas durante el año eran mejores, que en zonas cubiertas por el fayal-brezal y por la laurisilva, que en la actualidad conforman el Parque Nacional de Garajonay.