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La UE pone en marcha la «Operación lenteja»

Las habichuelas, los guisantes y las lentejas son legumbres y constituyen una fuente rica en proteínas tanto para los humanos como para los animales. Pese a sus múltiples beneficios, su cultivo registra en Europa un declive constante en los últimos cuatro decenios

Lentejas
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Actualmente nuestro continente importa cerca del 70 % de los productos ricos en proteínas que se utilizan como pienso, circunstancia que tendrá una importancia geopolítica cada vez mayor habida cuenta del encarecimiento continuo de las fuentes de proteínas a escala mundial. El proyecto LEGATO («LEGumes for the Agriculture of Tomorrow»), que inicia su andadura en estas fechas, tiene el cometido de resolver esta carencia incrementando la competitividad de las legumbres europeas y promoviendo la reintroducción, de un modo sostenible, de las leguminosas en los sistemas agrarios europeos.

LEGATO, que reúne a diecisiete instituciones científicas y diez empresas o asociaciones profesionales de doce países europeos, abordará métodos de mejora y gestión de las principales leguminosas en Europa, que son el guisante y el haba. Se espera que, a la larga, su labor incremente el cultivo de las leguminosas en Europa, donde actualmente representan menos del 2 % del terreno cultivado, siendo este porcentaje superior al 10 % en China y América.

El equipo de LEGATO sacará partido a recursos muy completos de genómica aparecidos en los últimos tiempos, como poblaciones mutadas, mapas de poblaciones, marcadores moleculares y atlas de expresión genética para la identificación de candidatos génicos, para lograr un salto cualitativo en la selección genética de leguminosas mediante marcadores. A continuación, se evaluará la viabilidad de los métodos desarrollados en tareas de fitogenética. El equipo participante planea aprovechar los conocimientos sobre fisiología de las leguminosas e interacciones entre simbiontes de estas obtenidos en varios proyectos anteriores de la Unión Europea, pero sobre todo de GLIP («Grain Legumes Integrated Project»), informa la agencia de la UE Cordis.

El equipo confía en que su labor resulte beneficiosa tanto para los consumidores como para los agricultores y tienen el objetivo innegociable de que los materiales y conocimientos técnicos generados en el marco del proyecto se pongan a disposición de todos los interesados a través de una red y de un foro. También aspiran a lograr una adopción más generalizada a través de un programa de difusión mediática que incluye una página web, folletos y talleres.

Las legumbres revisten una importancia extrema para la sostenibilidad a largo plazo de la agricultura europea. Su extraordinaria capacidad de fijar el nitrógeno de la atmósfera implica que, al cultivarlas, no precisan de fertilizantes con nitrógeno. Tienen, además, un efecto diversificador que permite utilizar menos plaguicidas.

A su vez, todo ello reduce los costes para los productores y el estrés biológico para el suelo, por lo que a la larga las leguminosas puede desempeñar un papel esencial para mitigar los efectos adversos de la producción agrícola. Por último, las leguminosas son fuentes de proteínas valiosas y beneficiosas para la salud, mientras que sus semillas tienen un contenido elevado en almidón de digestión lenta, azúcares solubles, fibra, minerales y vitaminas.