Cambios climáticos
Los barrios pobres tienen microclima
El cambio climático les afectará con mayor dureza debido, entre otros aspectos, a los materiales de construcción, según un estudio realizado en ciudades africanas
El calentamiento globalgolpeará más duramente a los niños y los ancianos que viven en los asentamientos urbanos abarrotados y precarios de África, debido a que el aumento de las temperaturas les expondrá a niveles peligrosos para sus vidas, informa Servimedia.
Así lo aseguran 11 científicos de Estados Unidos, Kenia y Países Bajos en un estudio publicado en la revista Plos One , donde señalan que las condiciones de vida en esos lugares a menudo crean un microclima más cálido debido a los materiales de construcción, la falta de ventilación, la escasez de espacios verdes y el acceso deficiente a la energía eléctrica.
El estudio se centró en tres asentamientos en Nairobi (Kenia). El más grande de ellos es Kibera, un barrio de callejones estrechos, casas con paredes de barro y techos de chapa de hierro y suelos de losa de concreto donde viven hasta un millón de personas. Se trata del más grande de los llamados asentamientos informales en África.
El estudio, llevado a cabo por investigadores de siete instituciones, entre ellas tres de la Cruz Roja, indica que las temperaturas en Kibera y los otros dos barrios cercanos son entre 1,6 y 3,2ºC más elevadas que las observadas en la estación meteorológica oficial de Nairobi, situada a menos de un kilómetro.
Investigaciones anteriores citadas en el estudio encontraron que las muertes de niños de hasta cuatro años y personas mayores de 50 años aumentaron en un 1% por cada incremento de casi 0,6 grados por encima de 20ºC.
El calor extremo puede ser una causa de insolación, que desencadena daños en el cerebro y otros órganos. También puede aumentar la probabilidad de muerte por una enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular o dificultad para respirar.
Las temperaturas más altas encontradas en el estudio son «ciertamente consistentes con el exceso de muertes», apunta la climatóloga Anna Scott, del Departamento de Ciencias Planetarias y de la Tierra en la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) y autora principal del estudio.
Aproximadamente entre un tercio y un 60% de los 3,1 millones de personas que viven en Nairobi, la ciudad más grande y de África oriental, viven en asentamientos como los analizados en el estudio. En Mathare, las casas se construyen comúnmente con paredes y techos de hierro. Las de Mukuru son una mezcla de algunos edificios altos y hogares construidos con planchas de hierro. Hay pocas calles pavimentadas, árboles o vegetación en cualquiera de estas áreas.
Los investigadores analiza las temperaturas observadas durante 80 días desde el 2 de diciembre de 2015 hasta el 20 de febrero de 2016, que resultó ser el verano más caluroso de Nairobi desde la década de 1970, según Scott.
Los miembros del equipo colocaron 50 termómetros en árboles y postes de madera en los tres asentamientos, la mayoría de ellos en sombra. También pusieron un sensor en la Universidad de Nairobi, un área a unos 11 kilómetros al noreste de Kibera que tiene más árboles y espacios verdes.
Al final de los 80 días, los investigadores compararon la información recopilada en los vecindarios con las temperaturas registradas en la sede del Departamento Meteorológico de Kenia, ubicada en un campus boscoso cubierto de hierba a menos de un kilómetro de Kibera.
Los resultados fueron «sorprendentes», según los científicos. La media de temperatura registrada en la estación meteorológica fue de poco más de 25ºC, más baja que la de Kibera (27,8), Mathare (29,4) y Mukuri (30,6).
El estudio muestra que la hierba y los árboles ayudan a mantener las temperaturas más bajas y sugiere que, a medida que la Tierra se calienta, los efectos del cambio climático serán desiguales, puesto que serán 100 veces mayores en África que en Europa.
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