Restringido
Muchas preguntas (algunas sin respuesta) ante el cambio horario
A las 3:00 son las 2:00
La inmensa mayoría de nosotros, esta noche, cambiará el reloj para atrasarlo una hora sin rechistar. Si lo hacemos en el momento en el que manda la oficialidad, a las 03:00 de la madrugada el domingo, haremos que nuestros relojes vuelvan a marcar las 02:00. Seguramente muchos dejaremos preparado el tránsito antes de acostarnos o esperaremos a ver la luz del día para proceder a la operación, dándonos una hora más y adelantando de este modo los amaneceres de invierno a costa de adelantar también el momento en el que se haga de noche por la tarde.
Digo que la mayoría lo haremos sin rechistar porque algunos estarán más que enfadados con la medida. Entre en Facebook y busque las palabras «no al cambio horario». Encontrará docenas de grupos de todo el mundo que se oponen a esta norma civil que nos prepara para el solsticio de invierno.
- ¿Por qué algunos se muestran en contra del cambio horario?
En teoría, la medida se toma para adaptar el horario civil al ciclo del Sol y aprovechar al máximo las horas de iluminación natural durante la jornada laboral. Oficinas, transportes e industrias con mayor actividad de día que de noche permiten ahorrar energía. ¿Cuánta energía? Informes de Red Eléctrica Española sugieren que el descenso del gasto puede rondar el 1,6 por ciento de la factura total. Otros estudios llevados a cabo por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria, han hablado de una reducción de seis euros por familia durante los meses de invierno.
Para muchos, sin embargo, estas cifras no corresponden con la realidad. Las condiciones meteorológicas pervierten considerablemente estos datos. Inviernos muy fríos o veranos muy cálidos modifican el consumo energético y pueden llegar a compensar el ahorro, como ocurrió en el año 2006, cuando la demanda global no sólo no disminuyó sino que creció un 2,6 por ciento.
Además, vivimos en una sociedad que tiende a estar activa 24 horas al día. La adecuación a las horas de sol deja de tener sentido, dicen los contrarios, cuando empresas, fábricas y centros académicos (entre otras actividades) ofrecen ya servicios a full time, turnos de noche intensivos y puertas abiertas más allá de los tradicionales horarios comerciales. Hoy en día, las circunstancias productivas varían mucho de las que originaron esta práctica.
- ¿Desde cuándo cambiamos la hora los humanos?
El neozelandés George Vernon Hudson fue el primero en proponer la idea de adaptación de los horarios a las estaciones en el año 1895. La primera vez que esa idea se puso en práctica fue en mitad de la Primera Guerra Mundial cuando, en abril de 1916, los ejércitos de Alemania y del Imperio Austro-Húngaro coordinaron sus relojes.
Aunque el seguimiento generalizado de la práctica en decenas de países de todo el mundo no llegó hasta la crisis del petróleo de 1973. Las necesidades imperiosas de ahorro energético crearon el caldo de cultivo para que cundiera el ejemplo. Desde ese mismo instante, afloraron las voces que alertaban de los males que podría traer consigo esta estrategia.
- ¿Qué nos puede pasar por cambiar la hora?
Algunos críticos creen que los trastornos derivados del cambio horario, el esfuerzo para adaptar los relojes, las costumbres, las reuniones, los transportes públicos, los turnos de trabajo en hospitales, etcétera no compensan el dinero supuestamente ahorrado.
Es más, ciertas asociaciones radicalmente opuestas al cambio proponen pagar un impuesto de invierno de unos seis euros por familia para librarse de modificar el reloj. De hecho, los países que han adoptado la idea son minoría en el planeta, aunque todos ellos pertenecen a la parte más rica y poderosa del mundo. Cuanto más cercano al Ecuador está un territorio, menos necesario es el cambio horario, ya que las horas de sol son semejantes en todas las estaciones. Menos evidentes son los posibles efectos para la salud. En realidad nuestro organismo se suele adaptar con facilidad a este tipo de alteraciones, más aún cuando el cambio consiste en añadir una hora al sueño del primer día. Algunas personas con enfermedades crónicas o que están sujetas a medicaciones muy pautadas pueden experimentar variaciones en su conducta basal los primeros días, pero el resultado general no es tan perjudicial como en ocasiones se pinta. Otra cosa es que el cambio pueda producir efectos graves en algunos entornos.
- ¿Qué accidentes ha habido por culpa del cambio horario?
Se conocen algunos casos en los que el desacompasamiento de los relojes ha generado daños irreparables. En el año 1993 los operarios del sistema de refrigerado de una acería alemana no tuvieron en cuenta la modificación de hora. Una colada de fundición que debía haber estado enfriándose una hora más, fue vertida al sistema demasiado caliente y produjo la fusión de todas las instalaciones y la ruina de la empresa.
Está registrado el caso de un grupo de terroristas en Israel que no comprendieron las instrucciones del reloj de un artefacto a la hora de adaptarlo al horario de invierno y provocaron su explosión una hora antes de los debido. Murieron los terroristas en lugar de las víctimas que pretendían matar. En marzo de 2008, la compañía aérea Clikair cometió un error en su cambio de horario y dejó en tierra a 340 pasajeros de varios vuelos... Y así pueden encontrarse anécdotas y fastidios sin cuento. ¡Que no nos pase nada esta noche!
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