Caso Marta del Castillo

Nuevo giro en la búsqueda de Marta

Antonio del Castillo dialoga con una persona en el puente de Camas, cerca de donde se ha reanudado la búsqueda
Antonio del Castillo dialoga con una persona en el puente de Camas, cerca de donde se ha reanudado la búsquedalarazon

Contento aunque no precisamente desbordante de alegría se mostró ayer el padre de Marta del Castillo. «Lógicamente estamos aliviados de que se vuelva a buscar a mi hija, pero era lo lógico», afirmó Antonio del Castillo a este periódico. Antonio y su familia llevan desde 2009 persiguiendo un mismo anhelo: que los agentes localicen el cuerpo de su hija para poder al menos enterrarla y hacer así el duelo que todo padre, madre o abuelo por derecho tendría que poder hacer tras una desgracia así. Hasta entonces «nunca descansaremos». Pero a finales de noviembre la búsqueda de Marta se paró, según Antonio. Aunque la versión oficial es que se trató únicamente de «un alto técnico; nunca se dejó de buscar a Marta», explicaron fuentes policiales. Este tiempo «se ha empleado para hacer los estudios telemétricos, recopilar toda la información que tenía cada investigador y ponerla en común para analizar y estudiar otros lugares donde buscarla», añadieron.

Los agentes llevan varios días tratando de encontrarla en el entorno de la escombrera de Camas, según informó Efe. En concreto, en una zona próxima al punto caliente que reveló el test de la verdad (P300) hecho a Miguel Carcaño. Un dato que concretó aún más el padre de Marta del Castillo con una concreción más. Y es que los agentes están buscando el cuerpo de Marta del Castillo en un pozo de Camas, que está ubicado no en el lado izquierdo, donde está la escombrera, sino justamente enfrente.

«Es la primera vez que la Policía busca a mi hija en el lado derecho de la vía en dirección a Camas. En esta zona sólo la habían buscado en el lado izquierdo», aseguró Antonio del Castillo. Ésta es una de las zonas al lado de la carretera de la escombrera de Camas a las que se refería Antonio cuando, a finales de noviembre, aseguró a este periódico que «hay sitios al lado de la carretera pegada a la escombrera de Camas donde la Policía no ha mirado y es donde vamos a buscarla si tras el primer trimestre de 2015 no retoman la búsqueda». Allí se personó ayer este padre nada más enterarse de que los investigadores estaban rastreando la zona. Apenas estuvo «un rato» en la zona de la estación de bombeo de agua sin uso. Muy «educadamente, los agentes me dijeron que era mejor que no estuviera allí», relató. Según explicaron expertos a este periódico, es preferible que los familiares no estén presentes en estos casos, aunque por otro lado, parece lógico que un familiar quiera estar. Allí, varios agentes se colgaron con cuerdas y arneses en el pozo para analizar y rastrear el interior del enclave, según confirmó in situ Efe.

Una búsqueda que previsiblemente continuará ya sea a 20 metros a la izquierda o a la derecha. Todo sea porque esta vez la suerte sonría por primera vez a esta búsqueda, en la que incluso se han llegado a encontrar restos humanos pero no de ella. Así, durante 2014, las labores de búsqueda se centraron en esta escombrera de Camas, sin obtener ningún resultado, salvo unos restos óseos humanos que no pertenecían a la menor tal y como informó en su día el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. Un enclave que se peinó a raíz de que Miguel Carcaño, su asesino confeso y que cumple condena de 21 años y 3 meses en la prisión de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), se sometiera el 6 de marzo de 2014, al «test de la verdad». Una prueba, conocida como P300, realizada en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza que dio como resultado un mapa de los puntos calientes y posibles en los que Carcaño pudo abandonar el cuerpo de Marta del Castillo, y el que más quedó marcado fue Camas.

A raíz de esta actuación, la Policía buscó en la escombrera de Camas, pero sin resultado y se suspendió a mediados del pasado noviembre. Se trata del último operativo de búsqueda del cadáver de la joven, realizado en una parcela de casi 2.000 metros cuadrados en el término de Camas, junto al río Guadalquivir y muy cerca del primer emplazamiento que en su día señalara Carcaño como lugar desde el que se lanzó el cuerpo de Marta al agua.

Tras varios meses trabajando en la zona, el padre de Marta, Antonio del Castillo, mantuvo una reunión con el jefe superior de la Policía Nacional en Andalucía Occidental, Francisco Perea, y con el comisario responsable de la investigación, en la que se le comunicó que se dejaba de buscar el cadáver en esa zona y que se abría un «período de reflexión» para ver por dónde continuar. Pese a ello, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, precisó en su momento que se buscaría a Marta mientras hubiera un indicio, que sólo se había hecho un alto para reanudar las líneas de actuación.

Y es que la investigación se había quedado en «stand by» tras peinar palmo a palmo y con excavadora la escombrera de Camas. Antes del test de la verdad, se buscó a la menor en la finca La Majaloba de la Rinconada, así como en el Guadalquivir, en un vertedero, en un descampado de Camas y en la llamada Ruta del Agua en el extrarradio de Sevilla.