Manila

«Sextorsión», ellos también la sufren

Se multiplican por cinco los casos de chantaje sexual en internet a hombres por parte de mujeres. ¿Su amenaza? «O pagas en 24 horas o mandamos las fotos a tu familia»

Daniel Perry, un adolescente escocés de 17 años, se suicidó tras ser chantajeado por una chica a través de Skype.
Daniel Perry, un adolescente escocés de 17 años, se suicidó tras ser chantajeado por una chica a través de Skype.larazon

Se multiplican por cinco los casos de chantaje sexual en internet a hombres por parte de mujeres. ¿Su amenaza? «O pagas en 24 horas o mandamos las fotos a tu familia»

MADRID- La víctima tiene unos 27 años. Suele frecuentar páginas de contactos como Badoo, Bazoocam o Chatroulette. Está sin pareja y quiere conocer chicas. Da con una. Tiene acento extranjero y es muy atractiva. En unas pocas horas van cogiendo confianza. Él la agrega a sus amistades de Facebook. La conversación va subiendo de tono. La mujer va tirando cebos y ve hasta qué punto es una pieza fácil de «cazar». Al final, ella se lo propone: «¿Tenemos cibersexo?». El joven no duda en desnudarse y masturbarse delante de ella a través de la webcam. Creía haber dado con un «ciberligue», pero su suerte ya está echada: ella ha grabado toda la escena. Y del picante «sexting» se ha pasado a la cruda realidad de la «sextorsión»: «O nos envías 500 euros en 24 horas o enviamos el vídeo a todos tus amigos y familiares (...) Da igual que me borres como contacto, conozco a tus amistades de Facebook, sé quienes son».

Casi una denuncia diaria

Éste sería un caso típico de «sextorsión». O lo que es lo mismo, el chantaje a través de internet sirviéndose de imágenes sexuales. PantallasAmigas, ONG que aboga por el uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías, denuncia que los casos se han disparado. Sobre todo en varones. «De recibir una denuncia a la semana hemos pasado a recibir cerca de una diaria. Los casos han crecido de forma exponencial y pueden haberse multiplicado por cinco en el último año», asegura a este diario Jorge Flores, fundador y director de PantallasAmigas. ¿El motivo? «Hay más gente que se está incorporando a internet. Son más víctimas potenciales y, a la vez, hay más delincuentes. Pero la sensibilización sobre estos casos no ha sido tal, no se ha hablado de ello. Es un periodo de bonanza para ellos y la gente no es consciente», responde.

Y es que, a día de hoy, la «sextorsión» parece estar viviendo su «edad de oro». Aún no se trata de una práctica muy conocida y no todos los afectados denuncian. Detrás de estos chantajes se encuentran bandas organizadas, posiblemente más allá de nuestras fronteras. De hecho, es más que probable que la chica que actúa como cebo ni siquiera esté en nuestro país. Por lo general, se le insta a la víctima a que mande el dinero a través de servicios de transferencia a países asiáticos, a Marruecos... pero no es una pista suficiente. Su rastro se pierde desde ese mismo momento y, para la Policía, es difícil saber quién o quiénes están detrás. Las cantidades que obtienen son millonarias. Y es que, como si de «spam» se tratase, lanzan sus ataques de forma indiscriminada por los cinco continentes.

«Para estas organizaciones es un negocio muy lucrativo. Dependiendo del país en el que estén asentadas, incluso cantidades pequeñas pueden suponer para ellas el salario de un mes», apunta Flores. Y es que se trata de una actividad delictiva rápida, sencilla y barata. «Sólo les hace falta tener conexión a internet y unos conocimientos técnicos muy básicos».

Es cierto que la «sextorsión» se asocia frecuentemente con menores de edad como víctimas. Y las ONG no paran de recibir casos en este sentido. Sin embargo, parece que los adolescentes no resultan tan «interesantes» para las bandas organizadas, debido a que muy pocos pueden afrontar económicamente la extorsión sexual. De ahí el auge de este cibercrimen contra hombres adultos y, si es posible, que cuenten con recursos económicos.

Los afectados tienen entre 20 y 35 años. Se da mayoritariamente en varones por la sencilla razón de que suelen estar más predispuestos que las mujeres a este tipo de prácticas. Pero entre ellos hay un sector que corre mayores riesgos. Estos cibercriminales han estudiado sus perfiles: si comprueban que se trata de un joven que está conectado a las cuatro de la mañana, que pasa varias horas on-line, que es solitario y que tiene problemas para relacionarse, irán a por él. Pero, por supuesto, antes se aseguran de que su poder adquisitivo le permita someterse al chantaje tras «husmear» en su perfil de Facebook. De ello dependerán las cantidades a pedir: pueden ser desde 200 a 500 euros o llegar incluso a los 2.500. Con todo, también depende del vídeo en cuestión y de lo «fuertes» que puedan ser las imágenes.

Ahora bien: ¿al final hacen públicas las imágenes? La amenaza y el miedo siempre están ahí. Estas ONG sí han tratado algún caso en el que los extorsionadores han enviado la imagen a algún amigo de la víctima «para que vean que la cosa va en serio». Del mismo modo, nadie les garantiza que el chantaje finalice tras hacer efectivo el pago. «Conocemos casos en los han seguido pidiendo dinero. Obviamente, hablamos de criminales: no cumplen su palabra. No es como un secuestro, en el que te dan un rehén a cambio de dinero. Ellos siguen teniendo las imágenes. ¿Por qué razón no te lo iban a volver a pedir?», explica Flores.

El testimonio

«Colgaron un vídeo mío en YouTube»

José Luis, 28 años

Estrés, pánico, ansiedad... Las víctimas no saben qué hacer. Les dan un plazo de 24 horas. No tienen tiempo de buscar ayuda. Y sólo piensan en la vergüenza que pueden pasar ante su familia y amigos si las imágenes salen a la luz. Así lo demuestran los testimonios de los jóvenes que han denunciado el problema. José Luis –nombre ficticio–, un joven de 28 años, afirma que fue «grabado desnudo cuando hablaba por Skype con una supuesta chica que había conocido ese mismo día por un chat». Lo peor vino luego, cuando esta persona «subió el vídeo a Youtube con enlace oculto y me pide 500 euros si no quiero que le mande el enlace del vídeo a mis contactos de Facebook». «A mí me mandaron el vídeo y una foto de mi Facebook con los contactos a los que les iban a enviar el vídeo. Apagué todo y no he vuelto a conectarme por Skype. Estoy asustado», confiesa otro joven. Las cantidades pueden ser desorbitadas. Otra víctima explica que le exigen 2500 euros. «La he bloqueado tanto de Facebook como de Skype. ¿Debo denunciar a la Policía? ¿Servirá de algo?», se pregunta.

El caso que conmocionó a un país

Un reportaje de la BBC emitido a finales de año analizó en profundidad el problema. Y es que el Reino Unido ha vivido los últimos meses conmocionado por el trágico destino de Daniel Perry (en la imagen), un adolescente escocés de 17 años que se suicidó tras ser chantajeado por una chica a través de Skype. En su caso, la red estaba asentada en Manila, Filipinas. En ocasiones, utilizaban simplemente vídeos y mensajes pregrabados de otras jóvenes (abajo, a la izquierda) que desconocían su utilización. En apenas diez meses, las bandas pueden llegar a ganar hasta 2,3 millones de dólares.