¿Te ha sobrado medio limón? Ya no lo guardes en la nevera, mételo en el lavavajillas

Si eres de los que usan limón para aliñar ensaladas, preparar agua con sabor o cocinar pescado al horno, probablemente más de una vez te has quedado con medio limón rodando por la nevera.

Pero lo que quizás no sabías es que ese trozo de cítrico puede tener una segunda vida muy útil, y no es en la cocina, sino en el lavavajillas.

Este truco, cada vez más popular entre los amantes de la limpieza natural, es una forma sencilla, ecológica y económica de mejorar el rendimiento de tu electrodoméstico sin usar productos químicos.

Un desengrasante natural y desodorante efectivo

El limón es uno de los mejores aliados de la limpieza por su alto contenido en ácido cítrico. Al colocarlo en la bandeja superior del lavavajillas, o bien pinchado en uno de los soportes de los vasos, sus propiedades se liberan durante el lavado, actuando como desengrasante natural.

Este sencillo gesto ayuda a eliminar restos de comida y grasa más fácilmente, especialmente en platos y recipientes de plástico que tienden a retener olores.

Además, neutraliza los malos olores que muchas veces quedan atrapados dentro del lavavajillas después de varios usos, dejando un aroma fresco y agradable que nada tiene que envidiar a los productos industriales.

Mejora el brillo de vasos y cubiertos

Otro de los beneficios del limón es su capacidad para combatir las manchas de cal y dejar los cristales mucho más brillantes. Si tus copas salen opacas o los cubiertos pierden su brillo, prueba este truco casero.

El limón también puede ayudar a mantener el interior del lavavajillas más limpio, ya que su poder antiséptico contribuye a reducir bacterias y residuos acumulados, sobre todo si se combina de forma ocasional con vinagre blanco o bicarbonato de sodio.