Una defensa no recomendable

- ¿Cómo puede un abogado que está imputado preparar su propia defensa desde la cárcel?

–Principalmente, a través de otro colegiado (siempre es aconsejable que, aunque participe en su defensa, cuente con un letrado que lleve el peso de ésta), que le ofrecerá acceso al sumario. Para todos los reclusos, en prisión es posible comunicarse telefónicamente de manera limitada, aunque no a través de un móvil. En principio, no se proporciona acceso a internet a no ser que se haga bajo vigilancia. Si por algo destaca esta condición es porque, teóricamente, sí que permitiría al acusado salir de la cárcel para acudir a tomar parte en las acciones de defensa que se sucedan.

- ¿Podría defender a otro de los imputados en la misma causa?

–Para empezar, no es beneficioso que se defienda a sí mismo porque nadie posee esa «sangre fría» a la hora de ejercer la defensa propia que se manifiesta cuando se lleva la de un tercero. Al margen de esto, y aunque no existe nada que lo impida, tampoco está recomendado defender a otra persona si existe un conflicto de intereses entre sus posiciones. Sin embargo, cabe recordar que en cualquier momento un sujeto procesado puede cambiar de abogado o tener, incluso, más de uno.

- ¿Qué diferencias hay entre comparecer en calidad de imputado y hacerlo como abogado?

–En la práctica, las únicas variaciones sustanciales son que, durante el juicio, el abogado tendrá que estar en el estrado salvo en el momento concreto en que tenga que declarar, cuando se deberá sentar en el banco de los acusados. También podrá preguntar a todas las partes presentes en el juicio, ya sean testigos, peritos u otros acusados. Además, tendrá derecho a realizar el informe final.

- ¿Cuándo puede un abogado perder su condición de colegiado?

–El Estatuto General de la Abogacía reconoce que hay faltas disciplinarias que inhabilitan a los colegiados para el ejercicio de su profesión, pero el hecho de estar imputado en una causa no impide de forma alguna que se defienda a sí mismo.