Festivales de Música
Una macrofiesta ilegal deja a más 500 jóvenes abandonados a su suerte
Cientos de jóvenes presentarán una demanda colectiva contra los organizadores de una fiesta celebrada el pasado sábado en las afueras de Fuentidueña del Tajo, a 60 kilómetros de Madrid, en la que faltaron autobuses para regresar a la capital, y muchos de ellos tuvieron que ser auxiliados en el campo.
Unas 4.000 personas asistieron el pasado sábado a «Segunda Capea Mr.Happiness», en la finca Bellavista de Fuentidueña del Tajo. Se trataba de la segunda edición de este evento multitudinario, que el año pasado había conseguido congregar a 2.300 personas.
Más de trescientos jóvenes se han puesto en contacto ya con Juárez Bufete Internacional para denunciar lo ocurrido y emprender una acción colectiva contra los organizadores del evento para pedir responsabilidades civiles, como la devolución del dinero e indemnizaciones por daños y perjuicios y por daño moral.
Lo peor del evento era que la capea era ilegal, pues no contaba con ningún permiso por parte de la Comunidad o del Ayuntamiento del municipio.
La fiesta que se organizó a través de las redes sociales. Se promocionaba el evento con un vídeo promocional que presagiaba la fiesta del año. Un ejemplo de la expectativa que creaban los organizadores se puede ver mediante Facebook, más de 15 mil personas fueron invitadas al evento de la capea.
Los miles que acudieron a la cita desde distintos puntos de España habían abonado entre 30 y 40 euros para adquirir una entrada que incluía la actuación de varios DJ , vaquillas, cena y transporte (ida y vuelta) desde la capital.
Los organizadores decidieron dar por finalizada la fiesta antes de lo previsto. La mayoría de los jóvenes se dirigieron hacia el aparcamiento para coger los autobuses que debían llevarles de vuelta a Madrid, ofertados por la organización de la fiesta, pero únicamente unos pocos lo consiguieron, ya que los pocos autocares que había salieron y ya no regresaron.
Muchos jóvenes se quedaron en la finca para esperar a que llegaran autobuses y resguardarse de la lluvia. Otros, en cambio, unos seiscientos, se echaron a la carretera para intentar llegar hasta el pueblo más cercano, lo que obligó a la Guardia Civil a cortar el tráfico varias horas y a escoltarles, además de ayudar a algunos jóvenes que presentaban síntomas de hipotermia.
La organización realizó un comunicado oficial a través de su página de Facebook, a través de la cual aclaran que la culpa fue de la empresa privada de transportes contratada. «Daros la razón en lo referente a la ESTAFA, una estafa sufrida por TODOS nosotros, tanto organizadores como clientes, una estafa por parte de la EMPRESA DE AUTOBUSES, la empresa de transportes contratada no cumplió con su compromiso».
A pesar de ello, según hemos podido investigar, uno de los afectados asegura que «los organizadores sabían perfectamente la falta de autobuses» ya que uno de ellos, con palabras textuales, matiza el joven, le había confirmado que se les «había ido de las manos, no hay autobuses para todos, hay gente que se va atener que quedar aquí».
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